Suena tan melancólico el encabezado de esta nota de opinión como la canción de Mecano, intitulada “El 7 de septiembre”. De ahí rescato el siguiente pedazo de estrofa que reza: “Y aunque la historia se acabó, Hay algo vivo en este amor”.
Porque sí, ya terminó la historia de las giras de campaña de las corcholatas de MORENA. ¡Al fin!
Lo que habrá que esperar a ver, es si valió la pena tanto desgaste y hay algo vivo en el amor de los contendientes.
Entre sus simpatizantes me queda claro que no hay asomo alguno de cariño. En redes sociales se dieron con todo lo que pudieron, nunca se guardaron nada.
Lo que seguiría, una vez que se elija a la Coordinadora Nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, es emprender la tan conocida operación cicatriz y continuar con la recomendación que deja AMLO a su sucesora para dirigir el país:
“México tiene todo este potencial para sus generaciones futuras, para seguir garantizando el bienestar de la gente, que tengan un futuro de justicia las nuevas generaciones”.
Fueron dos meses de mucho ajetreo, matraqueo, jaloneo, acarreo y gasto descomunal. No debemos intentar tapar el sol con un dedo porque seriamos iguales a aquellos de los que queremos diferenciarnos. Fue un experimento que considero no debería repetirse; al menos no con la misma magnitud.
Pero bueno, ¿Qué viene a partir del 6 de septiembre al interior de MORENA? Acá un poco de lo que se me ocurrió después de una amena charla con unos amigos, en Delfos.
La izquierda, como todas las ideologías, tiene muchos matices y también Marcelo. Ebrard bien podría considerar tomar un rumbo a parte. No lo consideraría como traición, simplemente es redefinir su valía fuera de MORENA.
Lo veo cerca de Movimiento Ciudadano, no sé qué tan inmediata sería su incorporación con los NARANJA, pero sí la percibo definitiva. Sobre todo porque el discurso tibio y disperso que últimamente propagan requiere de un revulsivo que los lleve a ser considerados con seriedad para el 2030. Dante Delgado es un político rancio que ya va de salida, pero si le pasa la estafeta a Ebrard se iría en hombros, como los grandes.
Adán Augusto es un gallo, muy gallo. No ha quedado duda de su carácter recio y decidido. Perfil necesario para liderar las cámaras legislativas. Una tarea importantísima para mantener el rumbo de la Transformación.
Siendo Secretario de Gobernación se encargó de cabildear un par de Reformas. No todas fueron a favor pero esa oportunidad de revancha política le sentaría muy bien. Además, si logra sortear para bien las turbulentas aguas que se avecinan con la llegada de los próximos diputados y senadores, de todos los colores, López Hernández sería un gran “mano de reina”.
La influencia y el manejo de Adán Augusto sobre y a favor de la oficina de presidencia serán fortísimos.
A Gerardo Noroña me gustaría verlo en el gabinete. Sin duda sería un gran sub secretario de Derechos Humanos, Población y Migración.
Ricardo Monreal y Manuel Velasco son grandes negociadores. Animales políticos muy efectivos. Ambos están muy agradecidos con el presidente López Obrador y creo que se quedarán cerca del movimiento de regeneración hasta pasada la elección del domingo 2 de junio de 2024.
¿Nos falta alguien? Pues es que no debe haber de otra, ¡Es tiempo de mujeres! Claudia Sheinbaum Pardo será la candidata de MORENA y la primera presidenta de México. Y no sólo por ser mujer (aunque será muy agradable que AMLO se despida cómo el demócrata feminista que es, entregándole la banda presidencial), sino porque tiene la entereza y capacidad probadas de saber gobernar.
Seamos realistas, la CDMX es un paquetazo y Claudia supo liderarla. Por más que le reclamen por las tragedias de El Metro y el Colegio Rébsamen, son eso: tragedias. Muy lamentables ambas, pero a cualquiera que hubiera estado al frente del gobierno le hubiera tocado enfrentarlas.
Es Claudia la que mejoró la seguridad en la Ciudad de México. Si toma ella las riendas del país con una economía estable, grandes proyectos de desarrollo nacional ya en marcha, menos pobres y además aplica la misma fórmula, cual científica que es, para combatir la inseguridad en todos los rincones de nuestra República, tendremos un próximo sexenio con aún mejores resultados que el actual.
No hay más. Puedes llamarte Xóchitl, Beatriz o Indira y hacer grandes esfuerzos para intentar ser presidenta, pero sólo habrá una ganadora y esa ¡#EsClaudia Sheinbaum Pardo!
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
Comentarios