La palabra dicotomía hace referencia a una división o clasificación de una cosa en dos partes. Uno de los ejemplos más representativos es la dicotomía entre buenos y malos, una convicción que gusta a los medios convencionales exaltar es que el pueblo es bueno y los conservadores son los malos. Al puro estilo de los grandes relatos de la modernidad que se han vivido en diversas actividades culturales y sociales como las obras de teatro, literatura, pinturas; sobre todo en la religión con el cielo y el infierno.
Las dicotomías, si bien no son “malas”, nos ayudan a generar un primer análisis sobre un tema en donde podamos observar dos partes extremas de un mismo fenómeno, cuyo objetivo es colocarlos en una escala del tipo negro y blanco que apoye a determinar escalas de grises que permitan realizar estudios más finos. Para esta entrega me gustaría colocar en la discusión una dicotomía un poco extraña: euforia en oposición al encono.
Desde el fin de semana y hasta la madrugada del miércoles 11 de septiembre de 2024, la euforia de la gente que apoyaba la reforma al Poder Judicial contrastaba con la violencia y coraje que sus detractores mostraban. Me resulta llamativo que la euforia de la gente no fuera tan grotesca en las manifestaciones públicas que hubo, como sí lo fue de parte del lado contrario, a tal punto que la tarde del martes 10 de septiembre dieron portazo al recinto del Senado de la República donde se discutía la reforma. Las imágenes son contundentes gritos, golpes y además los senadores de la oposición exigiendo que el presidente del Senado garantizara la seguridad de los legisladores.
Freud en La psicología de las masas y análisis del yo, mencionaba que la masa es irracional sobre todo por contar con la protección del anonimato. La masa hace capaces a sus integrantes de los arrebatos más impensables. Lo que no aplica en Freud es que ahora contamos con la tecnología que recaba imágenes que seguramente serán icónicas sobre la explosividad de los manifestantes y de su identidad, ojalá que se tomen medidas. Su violencia es ejemplar, ni el domingo los exintegrantes de la extinta Luz y Fuerza de México gritaron con tanto encono afuera de la Suprema Corte de Justicia.
Me llama la atención cómo la dicotomía ahora se ha convertido en euforia, violencia. Pero no es una violencia aislada, está siendo manipulada por ciertos comentaristas, uno de los más icónicos porque me remite a la descripción sobre la masa que hacía Freud es Pedro Ferriz de Con, quien incluso es capaz de pedir apoyo del narcotráfico para conseguir su objetivo. Ya no hay máscaras, no se guarda más la forma, ahora la masa que salía a las calles y destrozaba todo a su paso, en esta nueva política de dicotomías se incrusta en las pantallas vía web a través de las redes sociales y se convierte en una horda lista para salir a las calles a destrozarlo todo.
La senadora Lilly Téllez actúa de la misma forma desquiciada de Ferriz de Con, insulta, pretende humillar, se desgobierna su rostro a tal punto que no regresa la expresión de serenidad. Dos ejemplos de tantos que cargan sobre sus expresiones faciales y corporales el descontento que ha subido a odio en contra de quien se pare frente a ellos. Tal como lo hacen los manifestantes de las mareas rosas. Incluso a Xíchitl Gálvez le han gritado insultos, son irracionales, violentos, intolerantes y vulgares, no hay decoro en su conducir, sólo buscan el pretexto para reaccionar.
Hay que tener cuidado con ellos, son personas que nunca han experimentado frustración, siempre obtenían apapachos, pero ahora viven una realidad que nunca se esperaban. El inconveniente de un ambiente limitado es que se forman circunstancias que sólo valen para su círculo cercano. Laura Zapata y sus análisis tan limitados nos muestran la capacidad de observación de la realidad social, ven el zócalo lleno y creen que es todo México. Pero no hay que demeritarlos, tienen un modus operandi que cuenta con apoyo de muchos sectores, así que nuestra mejor herramienta para mantenernos a la expectativa será la información y solidaridad a nuestro alrededor. En hora buena por los logros conseguidos y que crezca la euforia que muy seguramente se desbordará el próximo 15 de septiembre.
Xunu’:
Derivado de un asalto a un estudiante, dentro de las instalaciones de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, ocurrido alrededor de las 14:00 horas, del viernes 6 de septiembre de 2024. En mi Casa abierta al tiempo, desde el lunes 9 de septiembre hay un paro de labores organizado por los estudiantes que exigen acciones concretas para brindar condiciones de seguridad dentro de las instalaciones de la UAM. El paro se da primero en la Unidad Xochimilco y desde el martes en la Unidad Azcapotzalco. Los estudiantes de Xochimilco ya habían reportado a las autoridades de la universidad que ocurrían asaltos frecuentes sobre todo del lado de Calzada de las Bombas, a partir de las tres de la tarde. Espero que pronto se encuentre un cauce para resolver el problema del cual hablaré en otra entrega.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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