A una semana de que el proceso interno de Morena defina a través de las encuestas quien coordinará los trabajos de la 4ta transformación en la Ciudad de México, el perfil de Clara Brugada a logrado reconstruir y encaminar al movimiento a la más grande transformación, la gran mayoría de los fundadores del movimiento obradorista que terminaría dando vida al partido Morena acompañamos a Clara en esta travesía.
Con el proceso interno Morena retoma el camino aprendido de la experiencia con Andrés Manuel López Obrador. Desde hace varias semanas se mira a los “Brugadistas” en territorio visitando casa por casa en cada rincón de la Ciudad de México, se construye una campaña creativa, donde se producen canciones, se platica con vecinos, se mantiene la entrega del periódico como instrumento informativo y de agitación popular.
Mientras que en la acera de enfrente se volantea y se reparten camisetas y cachuchas, al viejo estilo de los políticos del pasado.
En los eventos multitudinarios de Clara Brugada se despierta el movimiento, salen revitalizados vecinos y compañeros que con la inyección de la esperanza regresan a territorio a correr la voz y es que todos saben que Clara representa en el movimiento un perfil mucho más social y además cercano al presidente. Se le conoce como una mujer de compromiso y de convicciones que incentiva la participación de los militantes de forma espontánea.
Y es que el carisma de Clara el ejemplo y los ideales a flor de piel calientan corazones y mueve a la militancia, la misma que salió en 2018 a caminar las calles de sol a luna por el Presidente, sin nada más que la entrega a la verdadera causa democrática y a la esperanza de transformación. Algo que en la acera de enfrente el equipo de Harfuch no comprende y esto debido a que en su mayoría fueron oposición en 2018 para impedir que se ganara la elección presidencial con Andrés Manuel López Obrador y Morena. Además, aglutina su estructura a quienes deben sus lealtades a lidercillos, diputados y dirigentes que amenazan a la gente que de alguna forma hoy se siente en deuda o comprometidos con estos seudo dirigentes pragmáticos, para no perder los beneficios que obtienen ante el sometimiento de la bárbara frase de “mi gente”.
Mediante una campaña que busca acercarse a las clases medias y de mayor poder adquisitivo comparan a Harfuch con Batman y lo hacen un cómic una especie de figura de acción y un producto que no es nuevo pero lo quieren vender como la novedad. Un personaje que en los menos incautos y más informados representa un verdadero retroceso en el camino de la transformación.
Alguien vendió la idea de que seria una muy buena propuesta para retomar la Ciudad de México y que no importaba que ignore los procesos históricos de lucha, el movimiento y sus principios, pues, podrían acercarse más a la derecha y a los conservadores al mostrar un perfil lejano a Andrés Manuel. Sin embargo, no contaban que la imposición de un personaje como este condicionará la participación de las bases y restaría peso a la entrega incondicional al proceso electoral.
Desde la Ciencia Política podemos decir que los incentivos selectivos que se distinguen por la promesa de encargos o recursos para que se participe o se promueva a alguna propuesta tienen más peso que los incentivos colectivos que son a diferencia del selectivo, donde se aglutina el grueso de militantes y simpatizantes de un partido político y a quienes los mueven los ideales, la ideología y la esperanza de continuidad del partido. Cuando el incentivo selectivo tiene mayor peso se minimiza la participación de la militancia y se incrementa aunque en menor numero la participación de los arribistas por encima de los creyentes. Esto se puede resumir en este proceso con base en las tareas que realiza cada equipo de campaña, mientras que los brugadistas avanzan casa por casa y van convenciendo, los que apoyan a Omar reparten gorras, playeras y bolsas y no entablan diálogo con los vecinos.
¿Podrá la sociedad comprar de nueva cuenta un producto que le ofrecen en caja de cartón, o tiene claridad en la continuidad del movimiento?
O se profundiza la 4ta transformación o se retrocede.
Clara Brugada es un mujer de lucha, forjada en los movimientos sociales, que ha sabido gobernar a la población más grande de la Ciudad de México, quien como AMLO tiene un origen humilde y de una trayectoria muy larga de construcción y participación política en beneficio de la población sobre todo de Iztapalapa.
A diferencia de Omar Harfuch quien nació en cuna de oro y nunca ha participado en un movimiento social sino por el contrario ha estado de lado de quienes reprimieron los movimientos sociales y las libertades en el México neoliberal donde gobernaba la corrupción. El personaje que calla ante las injusticias conocidas en sus encargos anteriores en la policía, más allá de hablarnos de la lealtad que tiene a sus jefes inmediatos debe producir escozor, porque la lealtad no responde al interés pueblo, sino a los jefes inmediatos que lo impulsan como una opción. Estos son, la farándula y los dueños del poder económico que tanto a atacado a nuestro presidente.
#LaRutaEsClara #EsTiempoDeMujeres.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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