El próximo dos de junio será el proceso electoral más grande que ha tenido el país, esto por la coincidencia de las elecciones locales con las federales. Se disputarán un total de 20,708 cargos de elección popular, entre ellos, la presidencia de la República en la que México tendrá por primera vez a una mujer presidenta.
Estos comicios se dan en una coyuntura nacional: continuar con la llamada Cuarta Transformación o regresar a un modelo que internacionalmente se encuentra en decadencia, el neoliberalismo. Ante este escenario, las y el candidato presentan propuestas en materia de Educación, Democracia, Salud, Empleo, Soberanía, Medio Ambiente, Vivienda, Mujeres, entre otros; sin embargo, el tema de la Justicia toma gran relevancia en estas elecciones, ¿Por qué?
La justicia en México no parte de una justicia social y democrática, parte y se estructura de forma elitista; no es gratuito que las cárceles estén llenas de gente inocente, pareciera que la justicia mexicana castiga la pobreza. Tenemos un Poder Judicial cooptado por intereses que representan al poder fáctico nacional y trasnacional. Durante años se ha pensado en una transición hacia la democracia desde el Poder Ejecutivo y Legislativo; pero ¿Dónde queda el Poder Judicial? Ciertamente la división de poderes tradicional que nos remite a Montesquieu establece un equilibrio y contrapesos en el Poder. Por ello, es tiempo de abrir el debate público a nuevas formas de entender la justicia y reestructurar al Poder Judicial de forma que atienda las necesidades del pueblo.
Durante la administración del presidente López Obrador, el Poder Judicial comienza a ser cuestionado, esto ha ido abriendo el debate público en torno a este tema. Por otro lado, el problema de la justicia es muy complejo, dado que todo el sistema de justicia engloba distintas instituciones que van desde la Fiscalía General de la República hasta la Guardia Nacional.
De forma que, la propuesta que presenta la candidata Claudia Sheinbaum es a mi parecer la más completa y profunda, al ser una Reforma integral de justicia, que parte de un diagnóstico que ve al problema de manera sistemática, y que es el resultado de la consulta y escucha de la ciudadanía a través de los “Diálogos por la Transformación”.
Es importante señalar que es la única candidata en proponer una Reforma al Poder Judicial, en la que retoma la columna vertebral de la iniciativa que presentó el presidente López Obrador, el pasado 5 de febrero en cuanto a la estructura del PJF; sin embargo, esta es mucho más ambiciosa y profunda al proponer una reforma integral de justicia.
Para abordar su propuesta plantea que el funcionamiento honesto, independiente y profesional del Poder Judicial Federal depende de forma desmedida de la Presidencia del la SCJN y del CJF. Y por otro lado, que en la mayoría de las entidades federativas la justicia local esta abandonada, de acuerdo con esto, el problema radica en que ni el Poder Judicial Federal ni los Poderes Judiciales Locales tienen un diseño institucional solido que refleje las mejores practicas internacionales como una verdadera carrera judicial y políticas efectivas para eliminar la corrupción y las practicas del nepotismo.
De modo que, el diseño y la estructura de los órganos administrativos y disciplinarios no desligan la función jurisdiccional de las tareas estrictamente administrativas que inciden en la formación de jueces y magistrados; la creación de nuevos órganos jurisdiccionales; el mejoramiento de presupuesto de toda la estructura del Poder Judicial; ademas de las funciones sancionadoras y de disciplina del personal.
En conjunto, la iniciativa pretende la democratización del Poder Judicial, esto quiere decir que los poderes judiciales sean cercanos a la gente, sensibles y responsables con el carácter social de nuestra constitución, a través de no solo reestructurar al PJF sino que también a los Poderes Judiciales Locales, las Fiscalías y demás instituciones que se mencionan.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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