El Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha caído en la debacle definitiva al perder todas las oportunidades legales para conservar su registro a nivel nacional. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) resolvió 240 juicios de inconformidad presentados por el PRD tras las elecciones presidenciales del 2 de junio de 2024, desechando todas las impugnaciones presentadas por el partido.
El PRD, liderado por Jesús Zambrano, intentó impugnar 1,958 casillas bajo argumentos de nulidad de votación y de la elección presidencial. Sin embargo, el Tribunal consideró que los argumentos del partido eran infundados, señalando la falta de pruebas concretas y específicas, dejando en evidencia la fragilidad del liderazgo de Zambrano y su incapacidad para defender los intereses del partido en un momento crítico.
La caída del PRD no es solo un golpe a sus seguidores, sino también una condena al liderazgo de Jesús Zambrano, quien ha sido incapaz de revitalizar al partido, permitiendo que este se desmorone en su gestión. Con esta decisión del TEPJF, el PRD, que alguna vez fue una fuerza política relevante en México, se enfrenta a su extinción inevitable.
El 10 de junio, el Instituto Nacional Electoral (INE) notificó al PRD sobre el inicio del proceso de extinción al no alcanzar el mínimo del tres por ciento en las votaciones necesarias para mantener su registro. Desde entonces, el partido solo ha podido operar con lo mínimo necesario para mantener su nómina y cubrir gastos de mantenimiento, lo que refleja el estado crítico en el que se encuentra.
Esta situación marca el final de una era para el PRD y el fracaso del liderazgo de Jesús Zambrano, cuyo nombre quedará asociado con la caída de un partido que alguna vez tuvo un papel crucial en la vida política del país.
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