No cabe duda de que la televisión no educa y esta es una prueba más de ello. Lo que se supone sería un homenaje póstumo al recientemente fallecido José Mujica, terminó en una demostración de falta de educación.
Y es que la senadora Lilly Téllez ocupó su turno al micrófono para leer un guión que nada sumó para honrar la memoria de Mujica. La panista arremetió contra Adán Augusto, llamándolo “huachicolero fiscal”, lo cuestionó sobre un supuesto viaje a París y lo asoció con el crimen organizado mientras fue gobernador de Tabasco. También acusó a los morenistas de hipocresía por hablar sobre la austeridad de “Pepe” Mujica, mientras ellos disfrutan, según ella, de lujos y excesos; de camionetas blindadas y viajes de lujo.
En una necesidad de reflectores, con educación mínima y una lectura aún más limitada, Téllez dijo que no podían alabar a alguien que vivió en la pobreza, ¡sí, así se refirió ella a la forma de vivir de José Mujica!, mientras ellos “se dan una vida de ‘hiperlujo'”.
Bueno, tras la falta de mesura se llamó a un receso en la sesión y Adán Augusto, con más calma y sin la necesidad de lectura, respondió a la senadora panista, explicándole que hace meses no va a París, que incluso estuvo en un hospital para una intervención quirúrgica este fin de semana; le dijo que él fue gobernador de Tabasco siendo el candidato más votado, porque lo eligió la gente y que jamás estuvo asociado a ningún grupo criminal.
“No cabe ninguna duda que, aunque la mona se vista de seda, mona se queda, aunque se disfrace de senadora, nunca dejará de ser la empleada de la televisora. No tiene ni siquiera la autoridad moral, y desde ahorita la invito para que se pare ante una fiscalía, ante una agencia del Ministerio Público, y presente en mi contra la denuncia por esos hechos de los que habla de huachicol fiscal”
Finalmente, el coordinador de la bancada de Morena, la invitó a presentar una denuncia frente a una agencia del Ministerio Público por sus acusaciones de “huachicoleo fiscal” y dijo estar respondiendo a las preguntas que seguramente le pidieron el señor García Soto o el señor Salinas Pliego, “sus jefes”. Adán augusto cerró diciendo que a él si le daría vergüenza que quiera convertir el Senado de la República en una telenovela más del canal favorito de la legisladora panista.

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