El bloque BRICS ha dado un paso significativo en su expansión al incorporar a 13 nuevos países como socios, entre ellos Cuba y Bolivia, según informó la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) a través de su cuenta oficial en X (anteriormente Twitter). Esta medida marca una evolución clave para el grupo, que reúne a economías emergentes con el objetivo de redefinir el equilibrio de poder en el escenario internacional.
En el mensaje compartido por ALBA-TCP, se subraya que la incorporación de estos nuevos socios refleja una estrategia deliberada de los BRICS para profundizar la cooperación multilateral y ampliar su influencia en el contexto geopolítico mundial. Este paso no solo fortalece la capacidad de las naciones miembros, sino que también posiciona al bloque como un contrapeso cada vez más sólido frente a las grandes potencias occidentales, especialmente en sectores estratégicos como el comercio, la energía y la tecnología.
Nuevos socios, nueva fuerza global
Además de Cuba y Bolivia, los países admitidos como socios del BRICS son Argelia, Belarús, Indonesia, Kazajistán, Malasia, Nigeria, Tailandia, Türkiye, Uganda, Uzbekistán y Vietnam. Esta lista diversa pone de relieve el creciente interés por formar parte de un grupo que ha ganado relevancia en los últimos años y que busca construir un nuevo orden económico y político más equitativo y multipolar.
El BRICS, integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ha mantenido una política abierta hacia la inclusión de nuevos socios para promover una mayor representación de las economías emergentes en las decisiones globales. La inclusión de estos 13 países socios, si bien no implica la membresía plena, representa un acercamiento estratégico que podría desembocar en futuras adhesiones formales, consolidando aún más el poder colectivo del bloque.
Orgullo y esperanza para el Sur Global
El secretario ejecutivo del ALBA-TCP, Jorge Arreaza, compartió sus impresiones a través de Telegram, calificando la presencia de países como Venezuela, Cuba, Bolivia y Nicaragua en la Cumbre de los BRICS en Kazán, Rusia, como un motivo de “orgullo y gran esperanza” para los pueblos del Sur Global. Según Arreaza, este encuentro refleja el compromiso de estas naciones con la creación de un nuevo orden mundial más justo e inclusivo.
“Por naturaleza y definición, nuestra Alianza Bolivariana es parte indiscutible de la confirmación del nuevo orden mundial“, escribió Arreaza, destacando la relevancia de la participación de los países del ALBA en este foro internacional. Este mensaje pone en relieve la alineación de los objetivos de la Alianza con los del BRICS, ambos buscando una mayor autonomía económica y política frente a las estructuras dominantes lideradas por Occidente.
Un nuevo orden mundial en marcha
La expansión del BRICS con la inclusión de socios como Cuba y Bolivia tiene implicaciones más allá de lo meramente económico. Este movimiento estratégico simboliza un esfuerzo conjunto por crear un sistema internacional que reconozca la diversidad de voces y desafíos que enfrentan los países en vías de desarrollo.
El bloque BRICS ha sido, desde su fundación, un bastión de las economías emergentes, pero con esta nueva estructura de socios, su capacidad para influir en la gobernanza global adquiere una dimensión aún mayor. Los países que conforman el BRICS controlan ya una parte significativa del PIB mundial y poseen recursos naturales esenciales para la economía global, como el petróleo, el gas, los minerales y las materias primas. La admisión de más países del Sur Global aumenta el peso de este grupo en negociaciones internacionales, incluidas las relacionadas con el cambio climático, el comercio y la estabilidad financiera.
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