¿Por qué se le conoce como cuarto poder a la práctica del periodismo?
Algunos periodistas han comentado que inclusive se tiene más poder que los mismos políticos, y que es más redituable porque la carrera de algunos políticos dura determinado tiempo, y la de los “comunicadores” puede trascender por décadas. Tal es el caso de López Doriga, Carlos Loret de Mola, Carlos Marín o Carmen Aristegui, quienes se autonombran periodistas independientes.
La realidad es que dicho concepto de independencia no es válido en los medios convencionales de comunicación escrita o electrónica, es evidente que todos ellos reciben y se concretan a difundir “información” con base en una línea editorial ya prepactada con los directivos o dueños de dichos medios. También se llenan la boca con conceptos que no entienden o evaden de manera cínica como la objetividad, libertad y neutralidad que pregonan de manera constante para justificar su interés o inclinación por determinada ideología.
La realidad es que todos los medios de comunicación determinan desde su misma formación su línea editorial, de acuerdo a los intereses propios de la empresa, mediante su consejo de administración o consejo editorial. ¿De dónde pueden obtener los periodistas, comunicadores, columnistas la libertad de exponer ideas, conceptos, críticas, en contra de una ideología a la cual sirven ? ¿De dónde pueden lograr ser objetivos sin lastimar los intereses de los grupos a los que pertenecen y aportan los dueños de estos medios de comunicación que de manera directa aportan recursos para la manutención de sus colaboradores? Que dicho sea de paso, reciben recursos más que suficientes para vivir de manera holgada, y que inclusive se ha demostrado que algunos obtienen “ganancias” que les dan para obtener propiedades en el extranjero, similares a las de los miembros de la delincuencia organizada.
Dicho lo anterior, es lógico entender que sería absurdo esperar que hubiera neutralidad, objetividad y libertad, cuando Aristegui Noticias realiza un convenio con Grupo Radio Centro para transmitir su “noticiero”. Algo que a muchos extrañó por el cambio de ideología en Carmen Aristegui.
En ese sentido, es de suma importancia aprovechar los espacios que tenemos para manifestarnos y buscar el equilibrio que tanta falta hace, ya que no podemos esperar que los dueños de los medios nos den voz. La alternativa es promover, difundir, compartir, debatir, argumentar y fundamentar la información a nuestro alcance, inclusive de manera directa, para contrarrestar el desequilibrio que existe en el ámbito de los medios masivos de información.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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