Cuarta Transformación y reformas constitucionales

Opinión de Juan Rosales

La semana pasada presentamos en este mismo espacio una rápida revisión de una buena parte de las reformas constitucionales que durante el periodo neoliberal, los titulares del poder ejecutivo enviaron para la aprobación del legislativo en turno. Antes de ofrecer información acerca de las reformas constitucionales más trascendentales que el gobierno de la 4T ha promovido, sobre todo en los tres primeros años de gobierno, quisiera concluir la parte de las reformas neoliberales con algunos datos que pueden resultar interesantes.  

Importa recordar que los presidentes, miembros del PRI y del PAN, contaron con mayorías en las dos cámaras del Congreso de la Unión, lo que les garantizaba obtener los votos necesarios para llevar a cabo las modificaciones a la Carta Magna requeridas en la construcción del andamiaje jurídico neoliberal impuesto por sexenios no solamente en la economía, sino en prácticamente todos los ámbitos de la vida nacional.

Las mayorías priistas que en las votaciones sustantivas iban junto a las panistas y éstas, sumadas a los miembros de las bancadas de sus socios de los partidos pequeños, fueron panorama predominante en ambas cámaras del legislativo mexicano. Posteriormente, al PRI le dejó de importar si tenían mayoría abrumadora o no, ya que la abierta identificación de intereses con el PAN facilitó la aprobación de las reformas requeridas en la continuidad neoliberal. Cabe mencionar que, en el IFE, y después en el INE, nunca hubo cuestionamientos al predominio o la sobrerrepresentación de esas organizaciones partidistas.

En las diez legislaturas que comprenden los sexenios de 1988 (Carlos Salinas) a 2018 (Enrique Peña), es decir en esos 30 años en los que se desarrollaron de la LIV a la LXIII, el PRI llegó a contar con máximos históricos de 320 y 300 diputados1, en los trienios 1991-1994 y 1994-1997, segunda parte del salinismo y primera del zedillismo, respectivamente. Mientras tanto, el PAN obtuvo mayorías con las mismas 206 diputaciones dos veces, en los periodos 2000-2003 y 2006-2009, primeros tres años de los sexenios de Fox y Calderón, respectivamente. 

Durante las legislaturas referidas el PRI y el PAN junto con sus “partidos satélites”, obtuvieron porcentajes que van desde el más alto con un 88.8 en 1988, primer año de Salinas, hasta un 68.8 por ciento en el 2006, inicio de Calderón. Salvo esta última legislatura que fue la LX, en las otras 9 analizadas los porcentajes obtenidos por los partidos, ahora de la oposición, han obtenido en conjunto durante 5 trienios más del 80 por ciento de las 500 diputaciones. En las 4 legislaturas restantes los porcentajes fluctuaron entre el 77.4% y el 71.2. 

Esta situación prevaleciente durante el predominio del neoliberalismo cambió radicalmente a partir del 1 de julio de 2018. En la legislatura LXIV, de 2018 a 2021, mientras que Morena y sus aliados de la coalición Juntos Haremos Historia, (PT y PES) obtuvieron 321 curules equivalentes al 64.2% los otrora partidos que “mayoriteaban” a la entonces oposición ahora en el gobierno, el PAN y el PRI, solamente tuvieron 78 y 50 legisladores, respectivamente. En la LXV (2021-2024) Morena, el PT y el PVEM lograron 277 diputaciones con un 55%. El PAN y el PRI cuentan con 113 y 71 legisladores, respectivamente. La coincidente disminución, entre el primer trienio del gobierno actual y el que está en curso, de las curules de Morena y sus aliados (-44) con el incremento de las obtenidas por PRI y PAN (+56) ha complicado la posibilidad de lograr nuevas reformas constitucionales durante el trienio que inició el año pasado. Lo ocurrido en Morena está siendo tema de profunda reflexión al interior del partido creado por el presidente. 

En definitiva, el trabajo del partido-movimiento, basado en la movilización de cuadros y simpatizantes debe tener entre sus propósitos para el 2024 superar los niveles de representación obtenidos en la cámara de Diputados si aspira a continuar con las reformas que sigue requiriendo el país.

En ese sentido, las principales reformas a nuestra Carta Magna, o a leyes reglamentarias relacionadas con algún artículo constitucional, realizadas durante la Cuarta Transformación se dieron durante el trienio 2018-2021, es decir en la legislatura LXIV. La aprobación de las modificaciones contó con una correlación de fuerzas más favorable, ya que como lo indiqué antes Morena y sus aliados contaban con 321 curules, equivalentes al 64.2%. En las votaciones en el pleno a esos legisladores se sumaron en diversas oportunidades algunos representantes del PRI, PRD y/o del PVEM, con lo cual se contó con los votos requeridos. Cabe mencionar que los diputados de Acción Nacional sistemáticamente votan mayoritariamente o incluso de manera unánime en contra de los proyectos morenistas. 

Sin pretender ser exhaustivo sino solo a manera de muestra a continuación, incluyo algunas de las reformas. En todos los casos se indica la fecha en que los decretos fueron publicados en el Diario Oficial de la Federación o en su caso la fecha en que las comisiones respectivas de la Cámara de Diputados aprobaron los proyectos de decretos. 

Sin duda los temas legislativos atendidos corresponden a los compromisos que el gobierno actual ha hecho con la población, pero sobre todo, tanto el ejecutivo como los legisladores afines al proyecto de la 4T, han sentado las bases para desarticular el entramado jurídico imperante en tiempos del predominio neoliberal. Sin embargo, aun queda mucho por hacer en materia legislativa para desmantelar el aparato legal que enfrenta a la 4T. 

En lo que resta del gobierno del presidente López Obrador seguiremos presenciando la aplicación de facultades de las que disponen los poderes ejecutivo y legislativo para hacer frente a la oposición. No será por la vía constitucional, pero si dentro del marco legal y acorde con los principios emanados de nuestra Carta Magna. Sabemos que el presidente no procederá de manera ilegal para asegurar la continuación de los cambios que está comprometido a llevar a cabo antes del 2024. 

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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