La moratoria constitucional, anunciada y firmada por Marko Cortés y los demás ‘líderes’ de oposición el 9 de junio, es el principio de su fin.
Vemos en el panorama político mexicano el ocaso de lo que por un tiempo fueron las élites que controlaban el rumbo histórico del país. De aquéllos grandes partidos ahora sólo queda el amargo recuerdo y una huella que difícilmente puede borrarse de la memoria colectiva de los mexicanos.
Aunado a esto, la oposición no ha hecho absolutamente nada por siquiera intentar reivindicarse, por el contrario, parece que se esfuerza aún más en acelerar su inexorable declive político, y lo que pasa es que los opositores aún no han sabido comprender a López Obrador. Andrés Manuel es, a manera de comparativa, ese laberinto sin salida en el que la oposición se encuentra inmersa, confundida, sin saber qué hacer o qué camino tomar, el Andrés Manuel ha sido ese muro infranqueable que a sus detractores les ha causado tanta frustración.
Pero, seamos francos, ¿qué ha hecho realmente bien la oposición para ganarse el favor del pueblo? Realmente nada, pues lo único por lo que el pueblo recuerda a estos personajes es por el hecho de ponerse siempre en contra de la voluntad popular: Reforma Eléctrica y, recientemente, la moratoria constitucional para echar abajo la reforma electoral y de la Guardia Nacional. ¿Quién los asesora? ¿Quién en su sano juicio y en plena función de sus facultades mentales cree que está haciendo bien al desechar proyectos insignes del partido con más apoyo popular en México?
Esto es, sin duda, una crónica de muerte anunciada. Un aviso de lo que está por pasar en 2023 en Coahuila y Estado de México, y 2024 en la contienda presidencial.
Pero dejémoslos vivir en su mundo de fantasía en el que creen que están siendo una verdadera oposición, aunque a decir verdad no es justo tener un gobierno tan completo y preparado con una oposición tan mediocre y conformista, sin embargo eso es problema de sus simpatizantes y no de nosotros.
¡Hasta la victoria siempre con Andrés Manuel!
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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