“… Imagínense que ponen ¨AMLO Presidente Narco¨ y reproducen el mensaje, cuando lo vimos eran ciento setenta millones, en México somos ciento treinta millones… cómo no darse cuenta de que es todo un aparato de control y manipulación aceitado con mucho dinero, al final es un timbre de orgullo, imagínense cuántos empleos generamos nosotros a cuántos les llega dinero y les genera ingresos para atacarnos, cuántos viven de eso… esa es una batalla pendiente, que hay que seguir dando, es la de enfrentar tanto los medios como los contenidos vinculados con el propósito de manipular para someter y para robar y esa es una labor que hay que hacer, esa es una gran tarea que les va a quedar a ustedes, a las nuevas generaciones, no soltar ese tema, es lo único que les queda el control mediático… por eso es importante la revolución de las conciencias, el uso de la fuerza bruta no les alcanza, eso no les funciona, ni el dinero, lo que más les funciona y es eficaz es la manipulación, y eso lo llevan a cabo con los medios…”.
Presidente Andrés Manuel López Obrador. Conferencia Matutina 12/02/24.
A menos de cuatro meses de que se lleve a cabo el proceso electoral más grande de nuestra historia, la derecha y sus aliados externos muestran signos de desesperación y buscan afanosamente asestar un duro golpe mediático que cuestione y/o incluso invalide los resultados que la continuidad con cambio obtenga en las urnas el domingo 2 de junio próximo.
Para ello están recurriendo a un tema que puede muy bien atraer la atención, no solamente en sectores reaccionarios de la sociedad mexicana, sino sobre todo en aquellos medios estadounidenses caracterizados por su ultra conservadurismo, los cuales están no solo en los partidos políticos sino sobre todo en grupos de presión como los llamados thinks tanks, “campos de pensamiento o centros de pensamiento”, inmersos en universidades o institutos de investigación, a los cuales les interesa generar una narrativa con dos ingredientes principales: elecciones y delincuencia organizada, con fines obviamente de desestabilización.
El 23 de enero de este año, Los Periodistas entrevistaron a la investigadora y especialista en temas de seguridad, Guadalupe Correa Cabrera, acerca de una “investigación” realizada por el Centro Estados Unidos-México del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice, la segunda de mayor importancia en Texas, con el título “Perspectiva País México 2024”. En ese documento se afirma categóricamente, sin tener ningún sustento, que “el partido en el poder va a estar vinculado con el crimen organizado y por ello va a tener una influencia importante en las elecciones”.
La “investigación” sin ningún rigor académico, señala la especialista, está dirigida no al público en general sino a los empresarios estadounidenses a quienes se les pretende mostrar una imagen de que las “instituciones mexicanas se están desintegrando”.
Correa Cabrera relaciona este discurso con el proceso electoral en Estados Unidos y los temas centrales de las campañas, sobre todo de los republicanos: migración, frontera con México y narcotráfico. Asimismo, afirma que legisladores de Florida y Texas están de acuerdo en no solo calificar como organizaciones terroristas internacionales a los carteles de la droga sino declararles la guerra “lo que implicaría una intervención directa en territorio mexicano”.
Cabría entonces preguntarnos ¿a quiénes beneficia esta retórica? La respuesta la ofreció la propia profesora, a los financiadores del centro donde se produjo la investigación citada es decir a los empresarios agrupados en el Consejo Mexicano de Negocios, entre otros a los dueños de Kimberly Clark, los González Laporte y González Guajardo. Fue precisamente Pablo González Guajardo, hermano de Claudio X. González quien fue ponente en la conferencia realizada en diciembre pasado en el Instituto Baker, para dar a conocer este documento sobre el panorama de México para el 2024. https://youtu.be/7Wy5lSlqGWo?t=74
Es en este contexto, cuando el 31 de enero se publica en tres medios internacionales ProPublica, InSight Crime y Deutsche Welle otra “investigación” sobre el supuesto financiamiento de la campaña de López Obrador en 2006 por parte del narcotráfico. La aparición, casualmente el mismo día, en los tres medios suscitó diversas respuestas. Desde la reproducción, en medios de manipulación del país, hasta categóricos desmentidos como el del Departamento de Justicia de los Estados Unidos quien confirmó que la investigación efectuada por la DEA y fiscales estadounidenses fue concluida y cerrada hace trece años.
No omito mencionar que en el artículo de ProPublica cuyo título formula la interrogante: ¿Entregaron los narcotraficantes millones de dólares a la primera campaña del Presidente Mexicano López Obrador? se afirma que agentes antidrogas de Estados Unidos “… descubrieron pruebas sólidas de que importantes narcotraficantes habían entregado alrededor de 2 millones de dólares a operadores políticos que trabajaban en su primera campaña presidencial…” Y sigue la publicación firmada por Tim Golden: “… según documentos oficiales gubernamentales revisados por ProPublica y más de una docena de entrevistas con oficiales estadounidenses y mexicanos… el dinero fue entregado a los asesores de campaña en 2006”, sin mencionar siquiera una, tan solo una prueba documental de lo supuestamente afirmado por oficiales y hasta por un narcotraficante convertido en informante.
En cambio, cita una entrevista a Raymond Donovan, recientemente retirado como jefe de operaciones de la DEA, vinculando a la corrupción gubernamental con el narcotráfico cuando afirma: “La corrupción está tan entretejida con el narcotráfico en México que no hay forma en la que se puede perseguir a los narcotraficantes sin ir por los políticos, los militares y policías que los apoyan”. Pero todo a nivel exclusivamente de afirmaciones verbales. https://www.propublica.org/article/mexico-amlo-lopez-obrador-campana-narcotraficantes
Esa misma publicación estadounidense confirmó, el día 9 del mes en curso, a través de su editor Stephen Engelberg, que reescribió el reportaje ante una petición de la DEA y reconoció que se coordinó con otros medios para publicar la información. Respecto a los cuestionamientos de porqué abordar un caso que la administración estadounidense dio por concluido en el 2006, el medio aceptó que se trataba de una “pregunta razonable” y respondió que trataba de evidenciar las contradicciones de funcionarios estadounidenses sobre el combate al crimen organizado.
Engelberg agrega: “Nosotros lo vimos como un caso ejemplar de las presiones contradictorias que enfrentan los funcionarios estadounidenses cuando se enteran de la posible corrupción en México. Mientras algunos funcionarios estadounidenses creen que el combate a la corrupción debería de ser una responsabilidad mexicana, otros notan que la colaboración oficial ha sido un elemento clave que ha alimentado su surgimiento como una fuerza global del crimen”. https://polemon.mx/propublica-acepta-que-reportaje-contra-amlo-fue-reescrito-a-peticion-de-la-dea/
Otra publicación que difundió la supuesta entrega de dinero a la campaña presidencial de López Obrador fue la que apareció en el medio público alemán Deutsche Welle, en dos columnas de la autoría de Anabel Hernández. Según la periodista sus afirmaciones se basan en “una investigación realizada entre 2010 y 2011 por la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York y la DEA, hasta ahora secreta, (misma que) obtuvo pruebas sólidas de que el Cartel de Sinaloa aportó entre 2 y 4 millones de dólares a la campaña de Andrés Manuel López Obrador”.
Hernández agrega que: “… durante la indagatoria la Fiscalía elaboró reportes confidenciales y obtuvo grabaciones de audio donde testigos del Cartel de Sinaloa y del círculo cercano de AMLO que participaron directamente en la entrega, recepción y canalización del dinero confirman que hubo el financiamiento ilícito… El gobierno de Estados Unidos comprobó que el dinero fue entregado por Arturo Beltrán Leyva a miembros del equipo de campaña de López Obrador durante el proceso electoral del 2006 a nombre del Cartel de Sinaloa. A cambio la organización criminal pidió contar con protección y tener el derecho a participar en el nombramiento del Procurador General de la República si López Obrador ganaba la elección…” Sin embargo, más allá de las afirmaciones acerca de los supuestos resultados obtenidos por autoridades estadounidenses y en los conseguidos por la propia Hernández en una “investigación de largo aliento” que llevó a cabo desde 2019, no hay nada más allá de nombres de delincuentes, de colaboradores del ahora presidente en aquella campaña del 2006, todo ello estructurado en un discurso que no ofrece ninguna evidencia clara e irrefutable de lo afirmado.
Al respecto, la colaboradora de Deutsche Welle fue entrevistada por Julio Hernández el 2 de febrero en su programa Julio Astillero transmitido en Youtube. Iniciando la conversación el entrevistador le cuestiona a la periodista en los siguientes términos: “… en tu caso específico sostienes que está probada la entrega de recursos económicos de un cártel a la campaña de López Obrador en 2006 o ¿hay nuevos elementos que te hagan atenuar ese señalamiento o al contrario fortalecerlo?
Astillero agrega si es sugerente de un interés político que en “estos momentos” ¿se publique en los tres medios al mismo tiempo? Como respuesta para ambas interrogantes Anabel Hernández señala que ella no puede hablar por los otros medios, sino solamente por ella misma, y cita la investigación iniciada en el 2019 cuando “comencé a ¨notar¨ una serie de circunstancias de gente cercana a Morena, de ciertos contratos para “El Mayo” (se refiere a Ismael Zambada García apodado ´El Mayo´) que se habían mantenido en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, firmados desde los gobiernos de Calderón y Peña”.
Continuando con la respuesta Hernández afirma que en 2020 “conoce por primera vez” que las autoridades estadounidenses, mencionadas en párrafos arriba, habían hecho en 2010 y 2011 las indagatorias acerca del multicitado financiamiento, los dos colaboradores de AMLO supuestamente relacionados con la recepción de entre 2 y 4 millones de dólares y la entrega por parte del Cartel de Sinaloa a través de Beltrán Leyva.
La discusión protagonizada por el entrevistador y la entrevistada se inicia cuando Astillero le insiste a Anabel Hernández acerca de que la “investigación fue desestimada” por el gobierno estadounidense o “no la siguió” y ella lo niega indicando que no se había seguido por “cuestiones jurídicas” relacionadas con los cinco años de vigencia que este tipo de investigaciones tiene. Es decir, si los supuestos hechos habían ocurrido en 2006 para el 2011 ya había llegado a su caducidad la continuidad de la investigación.
Julio Hernández le insistió, en varias ocasiones, si ella tenía pruebas que demostraran la entrega de esos recursos. Anabel Hernández se muestra ofendida y comienza a denostar el trabajo periodístico de Astillero. Inclusive señala que sí tiene pruebas pero que las dará a conocer cuando a ella le resulte conveniente. Finalmente, el entrevistador demuestra que la periodista no cuenta realmente con alguna prueba de sus afirmaciones. https://youtu.be/NqOABZq0_UE
En el marco de este acalorado debate, promovido por la derecha en los medios de manipulación masiva y en las redes sociales, es necesario referirnos a las declaraciones formuladas por la secretaria de Relaciones Exteriores (SRE) el 7 de febrero, cuando al finalizar su encuentro en la Ciudad de México con la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood, declaró que el tema de los supuestos pagos a la campaña para la presidencia es un tema que concluyó y “todas las investigaciones que se hicieron en Estados Unidos fueron cerradas sin haber encontrado ningún tipo de delito ni consecuencia de ello”.
No obstante, continuando con esta narrativa otro fiel representante de la derecha mediática, Jorge Castañeda, titular de la SRE en el sexenio de Fox, publicó el 9 de febrero en la revista Nexos un artículo en que emplea el hashtag (o la etiqueta) con el cual se reprodujo el ataque a través de miles de cuentas en redes sociales contra el presidente. Efectivamente, bajo el título ¿#Narcopresidente? Castañeda insiste en sembrar la duda en torno al presidente.
Y si no lean el párrafo final de un artículo por cierto de corta extensión, seguramente porque solo interesa posicionar la duda: “¿Le queda el mote de #narcopresidente a López Obrador? Por ahora, es imposible afirmarlo, pero tampoco resulta factible rechazarlo. La DEA sí lo investigó, al principio sin conocimiento de los principales funcionarios de la embajada de Estados Unidos en México, y la investigación no desembocó en una exoneración. Simplemente fue interrumpida, suspendida, archivada, enlatada, pero no necesariamente para siempre”. https://jorgegcastaneda.nexos.com.mx/narcopresidente/
El presidente López Obrador respondió a Castañeda reafirmando lo que ha sido su escudo protector frente a los ataques que por años ha recibido, siempre sin que sus adversarios políticos tengan forma de demostrar lo contrario: Lo que estimo más importante en mi vida es mi honestidad y que tengo tranquila mi conciencia.
AMLO tiene su propia interpretación de los orígenes de este capítulo de la guerra sucia, la cual amenaza con prolongarse e incluso agudizarse por lo menos durante los próximos meses. Por un lado, advierte que estamos precisamente en tiempos electorales y la trama electorera de la derecha está en juego. Pero además enfoca a la DEA señalando que dicha agencia se paseaba con toda tranquilidad por el interior de nuestro país hasta antes de las disposiciones aplicadas a partir del 2019 cuando, sin rechazar la permanencia de la colaboración entre instituciones mexicanas y estadounidenses para el combate al crimen organizado, marcó con mucha claridad límites a los cuales deberán sujetarse las agencias y organismos estadounidenses que actúan en México. Para nuestro presidente la DEA está molesta porque los obligó a “sacar las manos del país”.
Asimismo, López Obrador ha afirmado que las publicaciones relativas al financiamiento de su campaña en el 2006 se dieron en el contexto del resurgimiento del tema del asesinato del candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta, en marzo de 1994. … La noticia del segundo tirador en el caso de Luis Donaldo Colosio fue lo que desencadenó todo.
La Fiscalía General de la República publicó el 29 de enero un comunicado en el que afirma la posible responsabilidad de un agente del entonces Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) Jorge Antonio Sánchez Ortega y lo señala como un segundo tirador. Al parecer el segundo tirador fue sacado de Tijuana por el entonces subdirector de Operaciones del CISEN, Genaro García Luna, aún y cuando tenía manchas de sangre en su ropa, lo que explicó con la versión de que había ayudado a cargar el cuerpo de Colosio y haber dado positivo en la prueba de rodizonato de sodio.
En torno a los millones de reproducciones de los hashtags #NarcoPresidente, #NarcoGobierno, #NarcoCandidata, #NarcoCandidataClaudia y #NarcoCandidataSheinbaum, el domingo 11 del mes en curso, Mario Delgado denunció la existencia de una “mafia digital” dirigida por el Partido Acción Nacional. Al parecer esa campaña dispone de una red de 162 mil cuentas falsas, operadas desde más de 50 países, en las que se invierten hasta un millón de dólares semanales. “Lo que sorprende es la creciente inversión que se está destinando a estas campañas negras”, afirmó el dirigente de Morena.
Esta larga colaboración muestra solo algunas de las últimas expresiones que ha asumido la guerra sucia emprendida por la derecha. Estemos atentos porque esto apenas comienza. Entre los medios de manipulación y sus corifeos, los representantes del poder judicial, los voceros prianistas, los oligarcas y sus aliados del crimen organizado todavía van a seguir mintiendo, difamando y lastimosamente “calentando” el ambiente electoral.
Solo que los opositores no cuentan con el protagonista principal de las elecciones: la ciudadanía, el pueblo el cual está cada vez mejor informado y consciente de lo que está en juego en esta histórica etapa que nos tocó vivir. Si bien en el 2006 AMLO contaba con una amplia mayoría a su favor para ganar la presidencia y solo les quedó el fraude para que Calderón se hiciera con la primera magistratura del país, hoy la identificación de millones de mexicanos con la 4T y con la esperanza de su continuidad está muy pendiente de lo que ocurre.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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