En el prólogo al libro Los Condenados de la Tierra de Franz Fanon, el filósofo francés Jean-Paul Sartre relata que la humanidad estuvo poblada por dos mil, o quizás más, millones de habitantes (tanto hombres como indígenas). Los primeros disponían del verbo, mientras que los otros lo toman prestado. En las colonias, la verdad estaba al “descubierto”, por lo que decidió fabricar una élite indígena. En las sociedades coloniales de tipo capitalista, seleccionaron y marcaron adolescentes con los principios de la cultura occidental, enseñándoles la enseñanza religiosa o laica, los reflejos morales y sumisión al orden establecido, por medio de los golpes de culata o el incendio poblacional. Se les envió a estudiar a las mejores universidades de Francia, Inglaterra y Holanda. Al regresar a sus hogares, implantan la semilla de liberación nacional, renacimiento nacional, restitución de nación al pueblo, es decir la descolonización.
Se ha definido a la sociedad colonizada como una sociedad sin valores, porque el indígena es declarado impermeable a la ética y ausente de valores, de esta manera la sociedad colonial ha pintado a sus súbditos mediante escritos, diferencias sociales y raciales. Sin embargo, la violencia con la que se ha afirmado los valores blancos, la agresividad impregnada y la confrontación victoriosa hacen que el colonizado se burle de todo esto.
¿Porqué retomar los conceptos de Sartre? En días recientes un golpe de Estado fue llevado a cabo en Níger, en la que los militares detuvieron al presidente Mohamed Bazoum en su casa en Niamey, la capital de Niger. Horas después de haber tomado el poder, Estados Unidos y Francia condenaron el golpe y amenazaron con cortar las relaciones en dicho país. Por otro lado, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) le dio un ultimátum a la junta el 30 de julio: debían restituir a Bazoum en el poder en el plazo de una semana o atenerse a una posible respuesta militar. Estadounidenses y franceses situaron sus respectivas fuerzas militares en Níger para ayudar a “combatir un aumento de ataques islamistas en la región”, como una forma de presión franco-estadounidense “para restablecer la democracia”.
No obstante, en una reciente entrevista con el medio France 2, el presidente francés Emmanuel Macron confirmó la conclusión de la “cooperación militar” con el país africano, es decir, el retiro de 1,500 apostadas y de su embajador francés en Niamey. Al mismo tiempo, Macron afirmó que las puertas estarán abiertas a una futura cooperación para combatir a los estados yihadistas.
“Ha habido grandes guerras en Europa y hemos tenido conflictos a un lado y otro en el mundo y estoy tan sorprendido e inquieto igualmente por las guerras en África u Oriente Medio. Por eso me sorprende que la gente se preocupe solo por la guerra en Europa y no por todas las otras. Es la misma humanidad…” fueron las fuertes declaraciones del actor francés Omar Sy (Amigos intocables y Mundo Jurásico) quien fuera atacado en redes sociales por “minimizar” el al conflicto en Ucrania con Rusia. Hoy en día, las potencias mundiales buscan mantener su dominio, no solo en el continente africano, europeo o en América Latina sobre el mundo. Para ello, entabla un combate en el terreno de la cultura, de los valores y las técnicas para impedir un cambio en el orden mundial que lleva la descolonización.
BIBLIOGRAFIA
- Fanon, Frantz, Los condenados de la tierra, prefacio de Jean-Paul Sartre, epilogo de Gérard Chaliand, traducción de Julieta Campos, traducción del epílogo, segunda reimpresión, México, Fondo de Cultura Económica, 2022, 390 p.
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