Hoy escribo con la memoria puesta en el recuerdo imborrable de mi abuelito, quien partió de este mundo en un día como hoy en 1976, y de quien aprendí que valía la pena ser honrado y honesto hasta el extremo, y que el amor por la familia era equiparable solo por el amor a la patria, y que el trabajo siempre estaba asociado a la felicidad y a la paz interior. Él ayudó a los zapatistas a trasladar una fábrica de armas y cartuchos que terminó instalada en el tren en el que se movían muchas de aquellas heroicas tropas. Se separó de ellos al contraer paludismo, del que se recuperó tiempo después.
Efectivamente, hay de compromisos a compromisos. Los que enumeró Claudia Sheinbaum se resumen en seguir construyendo una Patria para todos. Una en la que los excluidos de siempre ya no lo sean, una donde la justicia social sea real y constante, una en la que los juzgadores siempre actúen con rectitud, valor, imparcialidad y pongan por encima de todo, ser justos y estar del lado de las mayorías; que sean capaces de someterse al escrutinio minucioso del Pueblo. El compromiso con la Patria que se reconstruye y regenera desde la 4T.
Por otro lado, aparece Xochitl Gálvez pretendiendo ser como el Pueblo al que desprecia cuando dice, “¿para qué llevarles educación si así están bien?” y prefiere rozarse con la crema y nata de lo más podrido de la clase política neofascista.
Su pacto y su compromiso es con el poder imperial y va y ofrece regresar al pasado neoliberal y protofascista de los hijos de “doña Porfiria”. Se atreve a usar signos de un satanismo espantoso y terrible para terminar firmando con sangre el compromiso de no quitarnos lo que ya es nuestro por derecho, cuando siempre estuvo en contra de que lo tuviéramos y le pareció incorrecto que se convirtiera en un derecho.
El compromiso de Gálvez es continuar sirviendo a sus correligionarios, servidores del dios Mammon, creatura demoníaca que quiere la destrucción de cada persona y así ser servida por seres despersonalizados y despojados de toda dignidad y cuyo único motivo es el dinero. Por eso firma con sangre, porque cree que la gente es como ella, que lo único que le importa es el dinero y no la dignidad y la integridad.
Xochitl no tiene integridad, por eso es capaz de vestirse con una botarga, pegar un chicle y decir que es silvestre para justificar su actiar y al mismo tiempo comportarse como bufona sin ton ni son y hacerse pasar por sabia y capaz cuando está claro lo corrupta e inepta que es. La campaña de Xochitl baja de nivel cualquier debate posible, por eso Claudia y Clara no le responden, porque su interlocutora no tiene nivel y da pena ajena.
Está claro que no hay posibilidad para Gálvez y sus secuaces del prianerredé, pero es preciso que no consigan ni siquiera los votos para sus plurinominales, o habrá que desaforarlos rápidamente. ¡Que siga el plan C!
En otro contexto, las trabajadoras y trabajadores de México siguen siendo la deuda más grande de la 4T y se vislumbra que en los 100 compromisos, salvo por lo que se refiere al salario mínimo, no hay alguno que los refiera y se requiere de la fuerza laboral para continuar avanzando en la transformación.
La fortaleza de los movimientos de transformación está en la base social articulada y organizada que puedan aglutinar, así, la Revolución Rusa contó con los trabajadores del campo y la ciudad en armonía con los bolcheviques, lo mismo ocurrió en China y así se inició en México. Sin embargo, sabemos que uno de los grandes errores de Francisco I. Madero fue no haber conservado la alianza y el compromiso con los campesinos, zapatistas o agraristas y por eso pudieron asesinarlo junto a Pino Suárez. Los carranclanes se volvieron contra sus hermanas y hermanos zapatistas y villistas para que su líder llegara a la presidencia y se promulgara la Constitución en 1917 e iniciara una etapa de pacificación lenta pero progresiva.
En mi opinión humilde, si la 4T no logra agrupar a la fuerza laboral de este país para ser su brazo impulsor y sostén, la posibilidad del retorno de los neoporfiristas que lanzaron a la señora Gálvez será solo cuestión de tiempo. Una transformación del tamaño de ésta, en la que estamos empeñados, no podrá seguir adelante sin la fortaleza que generan las trabajadoras y los trabajadores, porque son ellos quienes producen y pueden controlar la fuerza de los sectores patronales asociados con el prianerrede y con la derecha.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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