Durante la conferencia matutina, el periodista Hans Salazar preguntó a la presidenta Claudia Sheinbaum sobre su próxima participación en la reunión del G20, que se celebrará en Brasil, y sobre la postura que México asumirá en este importante foro internacional. Sheinbaum confirmó que México tendrá un rol activo en varias mesas de trabajo y adelantó que uno de los temas centrales será la lucha contra la pobreza. “Ya tenemos un plan, es en Brasil y uno de los temas centrales que se va a tocar es la pobreza”Sin embargo, añadió que los detalles específicos de la intervención mexicana serán expuestos en una futura conferencia por Juan Ramón de la Fuente, embajador de México ante la ONU, quien ha sido designado como el principal portavoz de México en el G20.
Sheinbaum destacó la relevancia de esta reunión en el contexto actual, subrayando que México impulsará temas de justicia social y de equidad económica a nivel global. Con ello, la presidenta buscó enfatizar su compromiso con una agenda de desarrollo inclusivo, en sintonía con los principios de bienestar social y apoyo a las clases populares que ha defendido durante su administración.
El periodista Salazar también cuestionó a la presidenta sobre la polémica Reforma Judicial y las recientes críticas lanzadas desde sectores de la derecha, quienes han insinuado que podría haber un “margen de negociación” para modificar dicha reforma. Ante esto, Sheinbaum fue tajante, subrayando que las recientes acciones de la Suprema Corte representan, en su opinión, una intromisión en el ámbito del poder legislativo y del constituyente. Explicó que la Constitución es clara en cuanto a la competencia para realizar reformas constitucionales, una función exclusiva de las dos terceras partes de ambas cámaras del Congreso y de la mayoría de los congresos locales.
La presidenta cuestionó las facultades de la Suprema Corte para intervenir en esta reforma, especialmente al aceptar un amparo interpuesto por partidos políticos que, según Sheinbaum, no tienen personalidad jurídica para solicitar ese tipo de revisiones. Este hecho, detalló, contraviene lo que establece la ley en materia de amparo y viola la reciente modificación que limita la revisión constitucional de las reformas aprobadas por el Congreso. “Están legislando sobre una reforma constitucional ya publicada”, afirmó. Sheinbaum insistió en que la Corte está tomando decisiones que no le competen, y consideró que, en lugar de salvaguardar la Constitución, los ministros están excediendo sus facultades al intentar modificar decisiones del constituyente.
Sheinbaum también expresó su preocupación por la percepción pública de esta controversia, señalando que ciertos sectores han calificado esta situación como una “crisis constitucional”. La presidenta refutó esa interpretación, argumentando que se trata más bien de un problema constitucional provocado por la propia Corte, y no por el Ejecutivo. “Ahora resulta que la presidenta de la República es la responsable de una crisis constitucional, cuando en realidad es la Corte quien está sobrepasando sus funciones”, enfatizó.
Además, Sheinbaum aseguró que su gobierno cuenta con un plan bien estructurado para afrontar cualquier escenario derivado de la decisión de la Corte, ya sea a favor o en contra de la Reforma Judicial. “No ponemos en riesgo nada. Claro que tenemos un plan”, reiteró, dejando en claro que el gobierno federal está preparado para actuar conforme a la ley y proteger el mandato del constituyente en caso de que la Suprema Corte emita un fallo desfavorable.
La presidenta cerró su intervención reiterando que la Reforma Judicial es un compromiso firme del gobierno y que la medida cuenta con el respaldo de la mayoría en el Congreso. Para Sheinbaum, las acciones de la Corte se alejan de su deber de salvaguardar el orden constitucional, y consideró que este proceso debe ser transparente y conocido por el pueblo mexicano, al que llamó a mantenerse informado sobre el curso de esta controversia.
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