En su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó su visión para el futuro económico de México con el “Plan México,” una propuesta que busca romper definitivamente con las políticas neoliberales del pasado. Este modelo se centra en el bienestar social, la sostenibilidad ambiental y la producción nacional, dejando atrás la dependencia de los mercados externos y las estrategias enfocadas en la globalización.
Sheinbaum habló sobre los efectos del neoliberalismo en la economía mexicana, señalando cómo este modelo transformó al país durante décadas. “En el periodo neoliberal, la idea era apostar todo a la globalización. No importaba dónde se produjeran las cosas, lo importante era comprarlas en los lugares donde fueran más baratas,” explicó. Según ella, esta lógica llevó al cierre de industrias clave como los ferrocarriles de pasajeros, la producción de fertilizantes y las petroquímicas, provocando una desindustrialización en sectores estratégicos.
Un cambio urgente frente a la crisis global
La presidenta también reflexionó sobre cómo las crisis económicas de 2008 y los impactos de la pandemia de COVID-19 dejaron al descubierto las fallas del modelo neoliberal. Enfatizó que los problemas logísticos y las interrupciones en la distribución de mercancías mostraron que depender únicamente de la globalización no es sostenible a largo plazo.
Como alternativa, el Plan México propone fomentar mercados regionales y reubicar estratégicamente empresas en zonas que cuenten con los recursos necesarios para operar de manera sostenible. “No vamos a permitir que se instalen cerveceras en Mexicali, donde no hay agua, sino en lugares como Veracruz, que sí tienen los recursos,” ejemplificó, haciendo referencia al caso de Constellation Brands.
Fortaleciendo la producción nacional y los polos de bienestar
El núcleo del plan es impulsar la producción nacional. Sheinbaum destacó la necesidad de recuperar la fabricación de productos que dejaron de producirse en México durante el periodo neoliberal. Para ello, su gobierno trabajará de la mano con empresas nacionales, desde microempresas hasta grandes corporaciones, así como con inversiones extranjeras.
Además, el Plan México contempla la creación de “polos de bienestar,” que vinculen el desarrollo regional con la justicia social y el crecimiento económico. “El desarrollo tiene que tener dos apellidos: sustentabilidad y bienestar,” afirmó Sheinbaum, dejando claro que el enfoque no se trata solo de crecer económicamente, sino de hacerlo con justicia y en armonía con el medio ambiente.
Hacia un modelo de justicia y sostenibilidad
La presidenta subrayó que este plan busca que el crecimiento económico no sea un fin en sí mismo, sino una herramienta para mejorar la vida de las personas. Educación, salud, vivienda y acceso a programas sociales son pilares fundamentales de esta propuesta. También llamó a que la inversión privada se alinee con los objetivos de bienestar y sostenibilidad, asegurando que contribuya al desarrollo integral del país.
Con esta visión, Claudia Sheinbaum busca continuar la construcción de un modelo de desarrollo incluyente y sustentable, dejando atrás las prácticas de desindustrialización y la dependencia de mercados extranjeros que marcaron la era neoliberal.
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