El Cártel de Sinaloa instaló un laboratorio clandestino de metanfetaminas en Le Val, un tranquilo pueblo medieval en Provenza, Francia. Este hecho fue reportado por el medio británico The Times.

Cinco químicos mexicanos llegaron a Le Val hace más de dos años. Su misión era abrir el laboratorio y capacitar a residentes locales para gestionarlo. Después de establecer el lugar, planeaban regresar a México y recibir una parte de las ganancias.
El alcalde de Le Val, Jérémy Giuliano, explicó que eligieron el pueblo por su tranquilidad. Querían evitar ser molestados en sus operaciones. Cuando la policía francesa realizó una redada, el laboratorio ya estaba en funcionamiento, pero los químicos mexicanos se habían ido.
Se estima que el laboratorio produjo cerca de 400 kilos de metanfetamina. Parte de esta droga se destinó al consumo local, mientras que otra fue traficada a lugares como Nueva Zelanda. Las ganancias para el Cártel de Sinaloa superaron los 11 millones de euros.
La mayoría de los detenidos en la redada eran de nacionalidad francesa. Además, en París, capturaron a un colombiano vinculado al cártel, buscado por tráfico de cocaína.
El mercado europeo de drogas ha visto alianzas entre bandas marroquíes, albanesas y cárteles latinoamericanos. Estas conexiones han afectado a países como Francia, Bélgica y Países Bajos.
Un alto mando de la Gendarmería francesa afirmó que el Cártel de Sinaloa opera como una multinacional de la droga a nivel mundial. La llegada de Donald Trump al gobierno de EE.UU. ha intensificado la lucha contra el tráfico de fentanilo y otras drogas desde México.
Este endurecimiento de las medidas ha llevado al cártel a diversificar sus rutas y mercados, apuntando ahora a Europa.

Comentarios