El medio La Jornada informó que el gobierno de Nuevo León capturó y reubicó a más de 100 osos negros del Parque Nacional Sierra Madre y Cumbres a lugares alejados para que no molestaran a los lugareños de las colonias que habían invadido su hábitat y provocado su muerte o desaparición.
Según una solicitud de información enviada a la agencia gubernamental Parques y Vida Silvestre, que reconoce haber capturado 127 osos en los últimos dos años, para trasladarlos a lugares apartados en los municipios de Rayones, Montemorelos, Allende o Sierra Picachos, sin monitoreo ni condicionando a los oseznos, Nuevo León puede dejar de ser hogar de osos negros (Ursus americanus eremicus).
El resultado de esta política, que fue rechazada por los expertos pero aprobada por la titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Elba Griselda Garza Morado, se ha traducido en la muerte de osos que, o bien son atropellados en las carreteras, desaparecen (porque las autoridades estatales alegan que carecen de un censo real), o son regalados a zoológicos de otros estados de la República o, en el peor de los casos, vendidos en el mercado negro.
Debido a que la Dirección de Parques y Vida Silvestre de Nuevo León, a cargo de Edgardo David Acosta Canales, coloca rudimentarias trampas en las colonias para capturar oseznos y luego les extrae un diente para supuestamente identificarlos, el protocolo de captura, tratamiento y traslado de osos generó criticas por lo que desapareció.
“El gobierno de Nuevo León está acabando con los osos. Al solicitar la lista de donde los agarran y donde los avientan, nos dimos cuenta de que en la mitad de los casos, Parques y Vida Silvestre responde que no hay información sobre el destino de los osos“.
-Activista de la asociación Somos 100 en defensa del ecosistema, flora y fauna de Nuevo León.
Disminuyen avistamientos
Los expertos señalan que los avistamientos en la montaña y sus alrededores han disminuido como resultado de la política depredadora del gobierno estatal contra los osos negros.
Para sorpresa de los lugareños, ahora se ven osos en pueblos como Sabinas Hidalgo y Apodaca que nunca antes los habían visto.
Esta especie de oso negro está protegida desde 2010 y fue catalogada como en peligro de extinción según la norma oficial mexicana NOM059 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Como resultado de la reubicación de los osos negros, la corrupción gubernamental y el aumento de la densidad urbana, la reserva del Parque Ecológico Chipinque, símbolo de Monterrey, está en peligro.
Esto se debe a que durante los gobiernos panistas del municipio de San Pedro Garza García y el gobierno actual, supuestamente independiente, se otorgaron cientos de permisos de construcción para miles de nuevas viviendas y estructuras, todo ello violando la ley.
Con información de: La Jornada
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