Del 6 al 8 de mayo se celebró el decimo octavo congreso de la Federación Sindical Mundial en Roma, Italia, mismo que contó con la participación de más de un centenar de delegados de todo el mundo, incluida una representación importante de México. Dicha Federación ha alcanzado en 2022 una cifra histórica de 133 países con representación y más de 105 millones de afiliados, no sólo sindicalistas, sino también campesinos y ambientalistas de todo el mundo.
Una de las primeras reflexiones vertidas durante el congreso, fue el lamentable conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, conflicto en el que la denuncia contundente por parte de la FSM es que detrás de éste se encuentran los profundos intereses de la OTAN en su estrategia expansionista.
La alerta es clara: el conflicto armado no es tema menor, la posibilidad de que se convierta en una guerra mundial es real, sobre todo cuando los gobiernos miembros de este organismo y poderosos dueños de los medios de propiedad capitalista, emprenden toda una campaña mediática con el único fin de distorsionar la realidad haciendo creer que se defiende a un pueblo, que se defiende la democracia.
Algo similar sucede en México con la derecha recalcitrante y los medios de comunicación. Conforme pasan los días y se acerca el 2024, (al que seguro muchos comenzarán a llamar, como cada sexenio, el año de “la madre de todas las elecciones”), la realidad se distorsiona en excesos que caen en la vulgaridad y en la que sus autores intelectuales, hoy se proclaman como defensores de la democracia.
Esos históricos defensores emanados de las filas revolucionarias y críticas del Reforma, Televisa, Tv Azteca y sus largos etcéteras, tildan a AMLO de dictador con un discurso repetitivo, en el que permea la descalificación constante, por encima de una evaluación objetiva de los resultados de gobierno.
Por supuesto que la derecha ocupa herramientas útiles como la prensa a modo para propagar este discurso, y, aunque pocos son los que adoptan una posición objetiva, la mayoría tiene un precio ya pagado. Por eso, como hemos señalado en otras ocasiones, que la derecha hoy reivindique la democracia, no es más que una postura hipócrita, pues así como el discurso de la OTAN pregona la defensa de los derechos humanos y que, al final, sólo tiene como objetivo desmantelar la paz, en México los mismos que dicen defender la democracia y estar en contra del autoritarismo, son los mismos que financian los esquemas de desigualdad.
Ahora resulta que personajes como Gilberto Lozano o Claudio X. González, se erigen como defensores de derechos humanos y como paladines de la democracia. Es un verdadero tiempo de híbridos cómo señalara el cantautor mexicano Rodrigo González a quien se debe el título de esta columna. Poco falta para que ambos personajes, en una de esas, agreguen a sus discursos que están en contra de la explotación del hombre por el hombre.
Otra de las reflexiones y que se plasmó como resolutivo del Congreso de la FSM, es el bloqueo a Cuba y que, por cierto, coincidió con la gira de López Obrador a los pueblos hermanos de Guatemala, El Salvador, Honduras, Belice y Cuba. La FSM históricamente ha condenado el bloqueo impuesto a la isla y del que hoy coincide con las expresiones del presidente mexicano al señalar que se trata de una perversa estrategia que impide el bienestar del pueblo cubano.
Declaraciones que de inmediato han sido objeto de descalificación de la derecha de nuestro país, que por supuesto no sorprenden a nadie, lo interesante sería conocer la postura del casi extinto PRD sobre el posicionamiento de AMLO, si reconocerán la firmeza en su exigencia de terminar el bloqueo o se plegarán al discurso de sus hoy líderes del PAN.
Son claros los objetivos de la derecha en nuestro país y los alcances que pueden lograr con su estrategia de desinformación, la que por cierto, no pasa de las redes sociales y que poco permea en una enorme fracción de los mexicanos, para muestra un botón: las mediciones recientes muestran el incremento en la popularidad de AMLO de diciembre a la fecha.
Pero lo que queda aún más claro es el liderazgo que ha asumido el presidente con sus homólogos de Centroamérica y que reconocen el papel relevante y la importancia de mirar hacia el sur alejándose de la penosa sumisión hacia Estados Unidos de la que hicieron gala Fox y Felpie Calderón.
El suscrito tuvo la oportunidad de entrevistar a liderazgos sindicales de distintos países, particularmente de Europa, América, incluso lo destacable es que, sin excepción, nuestros hermanos de esos continentes aplauden la posición fraterna del presidente mexicano hacía los pueblos del sur y sobre todo la postura digna ante lo que nosotros en la FSM llamamos imperialismo.
Andrés Manuel, dicen por ahí, es candil de la calle, pero lo cierto es que la aprobación de la que goza irá en aumento, por lo tanto, por más que quieran sus detractores, no es oscuridad de su casa, lo que provocará aún más el enojo y las campañas de desprestigio en su contra.
Estando así las cosas, hoy se hace necesario que muchos sectores, principalmente las fuerzas progresistas de izquierda como las que hoy se aglutinan en frentes como el de la defensa por la soberanía nacional, intensifiquen sus acciones de respaldo al presidente de manera unificada, luchando contra la derecha para pegarle en el punto más débil que tiene que no es más que la solidaridad entre los movimientos sociales.
Sin embargo, este frente y quiénes tienen en claro cual es el verdadero enemigo, no deben asumir una posición neutral, mucho menos una postura como la de Movimiento Ciudadano. No hay neutralidad, quienes se dicen neutrales, en realidad sólo tienen una postura oscilante marcada por criterios meramente oportunistas.
Ante la derecha no somos neutrales ni lo seremos jamás, debemos estar de lado del pueblo y en la defensa real de la soberanía nacional y eso, hoy por hoy, significa estar con el presidente sin perder de vista la objetividad y sin dejar de apuntar las debilidades que efectivamente existen. Una de ellas claro está es la de eficientar los mecanismos de protección a los periodistas.
Ojalá que los movimientos sociales logren unirse para situarse en el lado que les corresponde y no buscar su sobrevivencia allanándose a la derecha, de lo contrario, estarán condenados a fenecer, no sólo por el escrutinio público, sino porque al final, el PRI y el PAN no saben de lealtades, sino de intereses. Si alguna duda les queda, pueden tomar el ejemplo del perredismo que penosamente celebró 33 años de existencia traicionando sus orígenes y aliado los otrora enemigos que hundieron al país en la pobreza. Tan mal andan las cosas en el PRD que uno de los personajes más corruptos de ese partido Graco Ramírez, reapareció en la escena pública en Morelos con el enorme cinismo que siempre lo caracterizó.
Para acabarla de amolar.
Desde que AMLO fundó MORENA, han sido cientos los oportunistas que utilizan su figura para hacerse llegar de adeptos y obtener espacios de representación popular o en el gobierno. El común denominador de todos ellos es que jamás participaron en movimiento social o democrático alguno y no han tenido más cualidad (si así se le pudiera llamar) que la de colarse en las filas del morenismo bajo el padrinazgo de uno que otro despistado o ambicioso dirigente partidista. Ojalá que la verdadera militancia, la que ha construido el movimiento, sea capaz de imponer nuevas formas de participación porque al paso que van, están abriendo una enorme puerta para los infiltrados y los que no saben hacer otra cosa más que vivir del erario. Ojo, se vienen elecciones importantes como la del Estado de México, por señalar sólo un ejemplo.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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