La carrera por la sucesión presidencial en MORENA parece tener un comienzo sensato a partir de que las reglas quedaron plenamente definidas por un lado y, por otro, que los principales contendientes han asumido compromisos que privilegian la unidad en torno al proyecto de la cuarta transformación y que sin duda serán fundamentales para legitimar al o la elegida. Sin embargo, esa sensatez pareciera no permear en algunos de los equipos de cuando menos un par de aspirantes puesto que no se pierde oportunidad para descalificar al adversario sin ton ni son con una serie de descalificaciones que llegan a ser condenables.
Casualmente, muchos de los que hoy propician narrativas de odio en contra del contendiente de enfrente, son los mismos que cada tres años disputan los espacios de representación sin más mérito que el de pertenecer a uno u otro equipo. Esos casos no pueden colocarse en el espectro de la pasión que despiertan las contiendas, sino que pertenecen a la eterna práctica de meter hilo desde la descalificación para sacar hebra en la negociación. Es decir, no se puede sostener que no han aprendido la lección acerca de lo que la militancia de a pie demanda, sino que se comportan fieles a la naturaleza arribista que los coloca en los espacios de poder.
Aviéntense todos (contra el adversario) pareciera ser el grito de guerra de algunos de esos equipos que ven en este proceso la garantía de posicionarse en el proceso electoral sin que les importe un comino el proyecto. Así ha quedado de manifiesto en muchos espacios de comunicación interna de los clubes de fans dejando las propuestas al margen como si fueran lo menos importante. Pero bueno, en la lógica del todo se vale mientras no me vean, el encono irá en aumento de aquí a los resultados de la encuesta y seguramente se extenderá más allá de septiembre.
Sin embargo, el avance es significativo gracias a la indudable solvencia moral de AMLO al interior de MORENA que irá serenando los ánimos al grado de que difícilmente, alguno de los aspirantes se atreverá a faltar al compromiso adoptado por más que le desencantara el resultado. Estando así las cosas, y sea cual sea el elegido, lo cierto es que en MORENA pocas son las posibilidades de ruptura y éste saldría fortalecido de ese proceso interno. De ahí que la tarea fundamental sea la de comenzar la estrategia que logre posicionar a los mejores cuadros en los distritos electorales para conformar un grupo parlamentario sólido que contrarreste los embates de Acción Nacional que seguramente será la bancada más nutrida de la oposición.
En fin, el proceso ha entrado en una nueva fase de un par de meses que se torna interesante y que se acompañará de un reacomodo no menos interesante en la administración pública (incluyendo la CDMX) además de que poco a poco se irán desdibujando mitos para dar paso a realidades, especialmente para aquellos que han pretendido construir una narrativa de cierta preferencia de López Obrador hacia alguna u otra corcholata en particular. El momento de la verdad ha llegado y ahora sí iremos viendo la realidad en la que se encuentra cada uno de los aspirantes, lo que sin duda abonará al proceso y la tan ansiada unidad que siempre ha sido una de las principales carencias de la izquierda.
Por último: Sin mayor sorpresa transitará el nombramiento de Martí Batres al frente de la capital del país para quedar al frente de la entidad más politizada de la nación. Quiénes participamos de los movimientos sociales, celebramos que la jefatura de gobierno quede bajo su conducción porque si algo necesitará el gobierno capitalino en esta coyuntura es orden desde lo interno y un actuar político que respete la voz de todas las expresiones, no sólo las de MORENA, sino las de los otros partidos y las de la sociedad civil. Enhorabuena para el camarada.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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