Ecuador ha iniciado acciones legales contra México ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), derivado de la concesión de asilo político al ex vicepresidente Jorge Glas, acción que Quito cataloga de ilegal y que ha culminado con la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países. La demanda se centra en el argumento de que México habría violado normativas internacionales al otorgar asilo a una persona bajo procesos judiciales por delitos comunes, según el comunicado emitido por la Cancillería ecuatoriana.
El caso surge tras el arresto de Jorge Glas, quien fuera vicepresidente de Ecuador entre 2013 y 2017 durante la administración de Rafael Correa. Glas fue asilado en la Embajada de Méxcio, lugar al que irrumpieron fuerzas policiales ecuatorianas para detener al ex vicepresidente ecuatoriano. A su paso, los policías agredieron severamente al personal diplomático mexicano.
La situación alcanzó un punto crítico el 5 de abril, cuando un comando de élite de la Policía Nacional de Ecuador irrumpió en la embajada mexicana en Quito para detener a Glas, quien se encontraba asilado allí. Este incidente no solo provocó la detención de Glas, sino que también desencadenó una serie de eventos diplomáticos adversos, culminando con la ruptura de relaciones diplomáticas y la posterior demanda de México contra Ecuador ante la CIJ.
Esta disputa internacional pone de manifiesto las complejidades del asilo político y las tensiones que pueden surgir cuando se intersectan la diplomacia, los derechos humanos y la justicia penal internacional. La comunidad internacional observa de cerca cómo se desarrollará este enfrentamiento legal en la CIJ, esperando que se resuelva conforme a las leyes internacionales que rigen el asilo y la soberanía de las naciones.
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