El día de hoy, 21 de marzo, México conmemora el nacimiento de uno de los mejores presidentes que ha tenido nuestra nación, Benito Juárez. Era tan solo un niño cuando tuvo que enfrentar los dolores que conllevan la orfandad y la pobreza, pero, que le ayudarían a hacerse de un pensamiento crítico, que, combinado con la sabiduría ancestral zapoteca, lo guiarían con equilibrio, congruencia y firmeza a recorrer el largo camino por la lucha de la justicia y la igualdad …
La grandeza de Juárez siempre radicó en su amor por servir a la nación por encima de su propia familia y su propio bienestar, pues reconocía el gran peso que significaba cargar con una nación tan única y diversa pero presa de una oligarquía poderosa que hacía su presencia por medio de la iglesia y el imperio. Es así como Juárez va escribiendo su propio camino que lo llevaría a encabezar la resistencia de la Republica.
La masacre de años atrás por los españoles y la iglesia con el pretexto de colonizar y evangelizar a los nativos del Anáhuac había causado profundos cambios sociales e ideológicos más no frutos verdaderos, pues no lograron terminar con lo más importante, nuestra cultura ancestral, muestra de ello es Benito Juárez y los mexicanos que se sumaron a su lucha, que era la lucha de todos. Ahora la historia habla orgullosamente del Benemérito de las Américas y es recordado no solo como el presidente que separó a la iglesia del estado al quitarle los privilegios inhumanos con los que gozaba; sino que también como un gran estratega que jugando con los problemas geopolíticos de Francia y al buscar la aprobación de los Estados Unidos, finalmente terminaría el intervencionismo militar de Francia en México.
Benito Juárez dejó no solo una semilla sembrada, sino que millones de semillas del cambio dentro de la conciencia del mexicano, que han sido usadas en las distintas luchas sociales y políticas que se han vivido en México a partir de su histórico legado; como muestra de ello es la Cuarta Transformación encabezada por el presidente López Obrador, porque así como Juárez separó a la iglesia del estado, López Obrador se encuentra separando, de la mano del pueblo, al poder económico del poder político.
Queda claro que la lucha continúa y que las enseñanzas de Juárez siguen en pie y más vivas que nunca, porque a los mexicanos, los conservadores nos hacen lo que el viento a Juárez.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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