Durante su conferencia matutina este viernes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rememoró un episodio en 2006 donde el cardenal Juan Sandoval Iñiguez solicitó intervención de Estados Unidos para obstaculizar su carrera a la Presidencia. El presidente señaló que, según documentos de WikiLeaks, el entonces embajador estadounidense en el Vaticano fue abordado por el cardenal con esta petición específica.
El cardenal le pidió que al embajador de Estados Unidos interviniera para evitar que AMLO llegara a la presidencia, “alegando que yo era un peligro para México. Estos documentos existen, “porque yo (…) era un peligro para México”, afirmó López Obrador. El mandatario vinculó este recuerdo con la situación de Julian Paul Assange, fundador de WikiLeaks, quien se encuentra actualmente en prisión en el Reino Unido, enfrentando la posibilidad de extradición a Estados Unidos.
“Assange al que quisiera ver en libertad, porque es una injusticia lo que están haciendo con él”, enfatizó López Obrador, recordando que en 2006 no contaba con una estructura sólida para defender su voto o su posición política. Destacó la veracidad de la información divulgada por WikiLeaks, plataforma que publicó los documentos mencionados.
Julian Assange ha sido una figura controvertida desde la publicación de material clasificado a través de WikiLeaks entre 2010 y 2011, lo cual llevó a la presentación de 18 cargos penales en su contra por parte de la justicia estadounidense, con una posible sentencia que podría alcanzar hasta 175 años por espionaje.
Recientemente, el primer ministro australiano, Anthony Albanese, intervino solicitando a los Estados Unidos el cierre del caso contra Assange, un gesto que también fue reclamado por el gobierno australiano ante su Parlamento en febrero.
El juicio de extradición de Assange, que comenzó a principios de este año, sigue siendo un punto focal de debates internacionales sobre la libertad de prensa y los derechos humanos, mientras que el fundador de WikiLeaks continúa su lucha legal desde una prisión en Londres, donde, según sus abogados, se encuentra en buen estado de salud.
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