AMLO desmiente tratos corruptos con los Yunes tras aprobación de la Reforma Judicial

El presidente Andrés Manuel López Obrador negó categóricamente haber negociado con Miguel Ángel Yunes Linares o su hijo, el senador Miguel Ángel Yunes Márquez, tras el voto favorable de este último en la reciente Reforma al Poder Judicial. Durante su conferencia mañanera, AMLO aseguró que no existió ningún pacto de impunidad ni intercambio político para asegurar dicho apoyo, respondiendo a los rumores que circulaban entre sectores conservadores.

Voto clave y rechazo a la corrupción

El mandatario mexicano destacó la importancia de la aprobación de la reforma, que permite la elección popular de jueces, magistrados y ministros. “A mí me agrada que se haya aprobado la reforma con cualquier voto”, expresó, señalando que lo importante es avanzar hacia la erradicación de la corrupción e impunidad en el sistema judicial.

Ante las especulaciones de que el voto de Yunes Márquez fue producto de una negociación, López Obrador fue enfático: “No se negoció nada con Yunes Linares ni con Yunes Márquez. Eso es lo que piensan los conservadores y sus voceros porque creen que somos iguales a ellos”, sentenció. El presidente subrayó que no hubo conversaciones entre él y los Yunes sobre este tema, calificando la decisión del senador como “una decisión política” personal.

Rechazo a las prácticas del pasado

El presidente también descartó cualquier implicación de Adán Augusto López, su excolaborador y actual senador, en algún tipo de arreglo con los Yunes para garantizar el voto. Afirmó que ningún integrante de Morena participa en prácticas de corrupción como las que, según él, fueron comunes durante los tiempos del expresidente Carlos Salinas de Gortari. “Eso es lo que se hacía en los tiempos de Salinas, y lo continuaron después”, señaló, diferenciando a su gobierno de las políticas neoliberales del pasado.

La lucha contra la corrupción como prioridad

López Obrador concluyó resaltando que la Reforma Judicial es un paso crucial para que México tenga un sistema de justicia en el que la elección de jueces y magistrados esté en manos del pueblo. En su opinión, esta reforma permitirá avanzar hacia una verdadera democracia y transparencia en la impartición de justicia, terminando con décadas de corrupción enquistada en el poder judicial.

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