En su reciente conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró la posición de México respecto a la no aceptación de maíz transgénico para consumo humano, subrayando la autosuficiencia del país en maíz blanco y manteniendo una política firme frente a presiones internacionales, especialmente de Estados Unidos.
El presidente destacó que, aunque se permite la importación de maíz amarillo para forraje, el consumo doméstico de maíz transgénico sigue siendo un límite no negociable. “No le gusta a los importadores de maíz del extranjero, pero hemos propuesto que investiguemos conjuntamente para evitar el consumo de maíz transgénico tanto en México como en EE. UU. Hasta ahora, no han aceptado esa propuesta,” explicó López Obrador.
El mandatario también comentó sobre la influencia de poderosas corporaciones agrícolas en la política y la ciencia, sugiriendo que deberían dedicarse a investigar más a fondo los efectos de los transgénicos. “Son empresas tan poderosas que llegan a influir incluso en la designación de los premios Nobel,” afirmó.
Además, López Obrador aseguró que el comercio de maíz entre México y Estados Unidos continúa, pero bajo los términos establecidos por el gobierno mexicano, que prohíbe el uso de maíz transgénico para consumo humano. Subrayó la existencia de paneles bilaterales para resolver discrepancias como la del maíz transgénico, indicando que hasta ahora no se han enfrentado problemas significativos en este ámbito.
Con estas declaraciones, el presidente López Obrador reafirma el compromiso de su administración con la soberanía alimentaria y la salud de los consumidores mexicanos, frente a las presiones y prácticas de la industria agrícola internacional.
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