Alessandra Rojo de la Vega, alcaldesa de Cuauhtémoc, ha desatado la indignación al humillar a una joven en redes sociales. En un reciente video, retó a la joven a bailar en un charco de agua de alcantarilla, ofreciendo 2 mil pesos como premio.
La imagen muestra a la mandataria disfrutando de la situación, mientras “Maki”, sorprendida, le propone cambiar la oferta por un boleto para la final del fútbol mexicano entre Toluca y América. Este intercambio revela la superficialidad de la alcaldesa y su falta de respeto hacia la ciudadanía.
Lo más alarmante es que Alessandra, quien debería ser un ejemplo de liderazgo, también pidió cortesías para asistir al mismo partido. Este acto muestra un abuso de poder y una desconexión total con las necesidades de los ciudadanos.
La alcaldesa ha llevado su administración a un nuevo nivel de desdén hacia la población. En lugar de fomentar el respeto y la dignidad, opta por humillar en busca de likes y vistas en redes sociales. La comunidad merece líderes que trabajen por su bienestar, no políticos que se burlen de ellos por atención mediática.
Es momento de cuestionar la actitud de Rojo de la Vega y exigir un comportamiento más responsable y respetuoso de quienes ocupan cargos públicos. La ciudadanía no debe ser objeto de humillación ni entretenimiento.

Comentarios