El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, retoma sus intenciones separatistas, para ahora exigir salida de su estado del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, conocido como el Pacto Fiscal. Con claras intenciones de confrontar al Gobierno de México, Alfaro asegura que Jalisco ha sido “pisoteado” en la distribución de recursos, aunque su narrativa carece de evidencia y parece más un acto politiquero,
Alfaro insiste en que Jalisco ha sufrido recortes millonarios en sus participaciones federales, mencionando una supuesta reducción de 3,600 millones de pesos en 2024. Sin embargo, omite reconocer que estos ajustes presupuestales obedecen a criterios establecidos por la Ley de Coordinación Fiscal, que busca beneficiar a las entidades con mayores necesidades sociales, como Chiapas o Guerrero, en lugar de favorecer a estados ricos como Jalisco.
Además, resulta contradictorio que Alfaro critique las reglas del sistema fiscal mientras su estado sigue gozando de importantes beneficios derivados del federalismo, como la inversión en infraestructura y programas sociales que benefician a miles de jaliscienses.
Por su parte, usuarios de redes sociales acusan que emecista busca apoderarse del estado de Jalisco, calificándolo también como un personaje obsesionado con mantener el poder a toda costa.
Alfaro también ha sido calificado como uno de los peores mandatarios locales que ha tenido la entidad y señalan sus millonarios negocios a costillas del poder que ha construido a lo largo de su administración, la cual no resolvió los problemas de los habitantes.
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