¿Se imaginan ser la generación que destruya definitivamente al conservadurismo homofóbico y transfóbico en México? Pues les quiero informar que tenemos una gran oportunidad de hacer historia.
Con el nombramiento del “jefe del cártel inmobiliario”, Jorge Romero, como nuevo presidente del Partido Acción Nacional (PAN), se abre la puerta para que de una vez por todas eliminemos a la derecha conservadora que tanto daño le ha hecho a las juventudes, las comunidades LGBTIQ, las mujeres, los indígenas, y todos los grupos históricamente vulnerados por el conservadurismo implantado desde la época colonial en lo que hoy conocemos como México.
Es una oportunidad porque Jorge Romero representa lo más podrido, retrógrada y corrupto de Acción Nacional; ni siquiera entre su militancia ganó por mayoría, apenas el 40% de panistas participó en el desangelado proceso interno del que resultó “vencedor”.
Esto nos indica que el PAN está debilitado y que con ello su influencia a nivel federal caerá estrepitosamente en los próximos meses. Si nos organizamos no habrá poder divino que mantenga en pie al partido político que por principios fundacionales siempre se ha opuesto al ejercicio de las libertades por parte del Pueblo de México.
Ni los cristeros, ni el Yunque, ni siquiera sus aliados ibéricos de Vox, podrán evitar que la diversidad sexual y la izquierda consigan la victoria tan anhelada desde los tiempos de la primera Transformación de México.
Y es que nadie en su sano juicio se atrevería a defender al “cártel inmobiliario”, una organización criminal que ha afectado directamente y sin pudor alguno a miles de familias, cuyas corruptelas piensan replicar o ya están replicando en toda la República Mexicana; además de las alcaldías que tienen bajo su poder en la Ciudad de México, o los estados de Guanajuato, Querétaro y Aguascalientes, estos últimos los más violentos y sangrientos en los que las comunidades LGBTIQ son orilladas a sobrevivir, porque eso no es vida.
Ni siquiera creo que entre los LGBTIQ más aspiracionales, exista alguien que se atreva a lavarle la imagen a Jorge Romero, Santiago Taboada y sus secuaces. En el pasado lo hicieron para sacar algunos pesos, escandalosa actitud de parte de gays que se rentaron para intentar aplicar una anestesia local a las Comunidades LGBTIQ de la capital mexicana, intento fallido pues Taboada perdió las elecciones frente a una mujer de izquierda que siempre ha defendido e impulsado a la diversidad: Clara Brugada.
Ahora es cuando, es el momento de crucificar de cabeza a Romero, a las y los panistas, quienes desde sus antepasados al grito de “¡Viva Cristo Rey!” linchaban homosexuales y personas trans, o más antes, sus tataratatarabuelos quemaban viva a Cotita de la Encarnación.
Es ahora o nunca, compañeras, compañeros y compañeres ¡Es momento de purgar a México del PAN!
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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