La nacionalización de los operadores ferroviarios en el Reino Unido, impulsada por el nuevo gobierno de Keir Starmer, busca reforzar la gestión estatal del ferrocarril y solucionar la fragmentación de la red desde su privatización en los años 90. Para ello, se creará la entidad Great British Railway.
Según el discurso del monarca, escrito por el gobierno, revertir la privatización permitirá ahorrar millones de libras a los contribuyentes en concepto de cánones ferroviarios. Great British Railway se encargará de simplificar el sistema de tarifas, descuentos y tipos de billetes, así como de facilitar una gestión más eficiente de los reembolsos y los abonos digitales. Además, se ha propuesto una ley para mejorar el servicio de autobuses en las regiones y una ley de Devolución (descentralización) inglesa, que transferirá poderes a los ayuntamientos para impulsar la economía local.
La privatización de los operadores ferroviarios y otros sectores en el Reino Unido es un legado de Margaret Thatcher, la primera mujer en ocupar el cargo de primera ministra en Gran Bretaña. Thatcher, conocida como la “Dama de Hierro”, gobernó de 1979 a 1990 y promovió una agenda económica neoliberal junto con Ronald Reagan, centrada en el mercado y la desregulación.
Reacciones en Redes Sociales
La decisión de nacionalizar los operadores ferroviarios ha generado diversas reacciones en redes sociales. Luis Guillermo Hernández, director de Sexta W, y el periodista Hans Salazar, han comentado sobre el tema.
Hernández publicó: “Se revuelca en el infierno Margaret Thatcher. El Rey Carlos anuncia proyecto laborista de NACIONALIZAR los trenes de Gran Bretaña y crear una EMPRESA ESTATAL.”
Por su parte, Salazar retó a los detractores a atacar con sus mejores ocurrencias, señalando que el legado de Thatcher ha quedado atrás y que la devolución al pueblo de lo que fue privatizado es una victoria.
La iniciativa del gobierno de Keir Starmer representa un cambio significativo en la política británica y marca un regreso a la gestión estatal de los servicios públicos esenciales.
Comentarios