A una semana de que concluya el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, el Gobierno Federal celebra un nuevo logro: la economía mexicana sigue en crecimiento, a pesar de las múltiples adversidades que ha enfrentado el país en los últimos años, como la pandemia de COVID-19 y la guerra entre Rusia y Ucrania. De acuerdo con las cifras más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la economía nacional encadenó tres meses consecutivos de crecimiento en julio, logrando su mejor rendimiento en los últimos cuatro meses en términos anuales.
Este contexto positivo marca una diferencia significativa con los desafíos económicos que encontraron administraciones anteriores. La presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, asumirá el 1 de octubre con una economía en expansión, un escenario más favorable en comparación con lo que enfrentaron López Obrador en 2018 o Enrique Peña Nieto en 2012, cuando ambos heredaron situaciones económicas complicadas.
A pesar de las críticas de la oposición sobre las supuestas “incertidumbres” generadas por recientes reformas, la economía mexicana ha mantenido un rumbo sólido. Según el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), que mide el comportamiento mensual del Producto Interno Bruto (PIB), en julio la economía creció un 0.6% respecto a junio. Este avance se suma al crecimiento del 0.2% registrado entre mayo y junio.
El crecimiento económico fue impulsado principalmente por el sector primario —que abarca la agricultura, la ganadería y la pesca— con un aumento mensual del 11.6% en julio. El sector terciario, enfocado en servicios y comercio, también avanzó un 0.4%, mientras que la industria del sector secundario creció un 0.2%.
En términos anuales, el crecimiento fue igualmente notable. Con cifras desestacionalizadas, el IGAE mostró un aumento del 2% en julio respecto al mismo mes del año anterior, lo que marcó una aceleración respecto al 1.3% de crecimiento anual reportado en junio. El sector primario destacó con un avance del 12.5% anual, mientras que los servicios y comercio del sector terciario crecieron un 2.2%, y la industria registró un incremento del 0.6% anual.
Este panorama de crecimiento económico a punto de la transición presidencial no solo refleja la resiliencia de la economía mexicana, sino que también ofrece un punto de partida sólido para el mandato de Sheinbaum, quien continuará con los principios de la Cuarta Transformación.
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