“Quisieran nuestros adversarios, porque es natural, que hubiese fractura, una ruptura en el movimiento; no hay eso, ni habrá, porque nuestro pueblo está a favor de la transformación.”.
Presidente Andrés Manuel López Obrador. Conferencia matutina 13 de septiembre de 2023.
El tema surgió en una conversación de sobremesa familiar. Figura central: una de las corcholatas cuya reacción, luego de los resultados del proceso que Morena llevó a cabo para encontrar al Coordinador de los Comités de Defensa de la Transformación, fue la negativa a aceptar los resultados de la encuesta.
Antes de caer en el terreno de las especulaciones y de la franca suposición hicimos un breve resumen de lo que realmente ha ocurrido desde el día en que Marcelo Ebrard rechazó los resultados de las encuestas y mostró una franca confrontación con el partido, sus dirigentes y hasta con aquellos a quienes acompañó en el proceso de selección, y llegamos a la semana pasada en la que afirmó categórico que no nos callarán con cargos y que él estará en la boleta para elegir presidente de la República.
Ebrard ha confrontado tanto a Claudia Sheinbaum como a Mario Delgado. Recordemos lo publicado por el diario español El País dando cuenta de lo dicho por el excanciller en el sentido de que no se sometería a esa señora y cuando por su parte el dirigente de Morena comentó la satisfacción dentro del partido por la permanencia de Ebrard, éste en conferencia de prensa mostró su molestia al afirmar que el dirigente partidista no ha entendido lo que sucede y dijo le recuerdo a Mario Delgado que Morena no ha resuelto la impugnación que presentamos por serias irregularidades en la encuesta… la respuesta será decisiva, remató.
Asimismo, recordemos el anuncio de Ebrard de crear una Asociación Civil, supuestamente sin romper con el partido al que se afilió apenas hace poco más de un año, denominada El Camino de México, posiblemente en función del impedimento estatutario en el partido guinda de integrar una “corriente interna”. Por cierto, inclusión en los documentos básicos de Morena cuyo objetivo es impedir la conformación de “las tribus” fenómeno que conllevó a la división interna en el PRD.
Por su parte, el presidente López Obrador ha insistido en que no habrá ruptura. Sin embargo, si seguimos las mañaneras hemos podido apreciar un cambio, un matiz, tal vez poco significativo, pero si notable cuando el titular del Ejecutivo Federal después de los acontecimientos, referidos al inicio de este artículo, habla de Marcelo Ebrard: ya lo dije… es mi amigo, mi compañero, lo estimo y no puedo opinar nada más. En los tiempos de las corcholatas, al referirse al exsecretario, subrayaba que además de todo lo anterior era su hermano. AMLO no ha vuelto a tocar el tema.
Ya en los escurridizos terrenos de la especulación. El extitular de Relaciones Exteriores estaría jugando con una “estrategia” para mantenerse vigente como figura política. El capital político obtenido durante la pandemia del COVIT-19, como figura central en las negociaciones y en la obtención de diversas marcas de vacunas, así como el relanzamiento de la diplomacia mexicana en el ámbito latinoamericano, sin duda le acercó simpatías en ciertos sectores de las clases medias y de la de mayores recursos económicos del país.
Ebrard le está apostando al transcurrir del tiempo. A 20 días del anuncio del triunfo de la Dra. Sheinbaum en el proceso interno de Morena, ha abierto un impasse en el que no ha habido avances en la definición del camino que efectivamente seguirá para lograr su propósito, recientemente reiterado, de ser candidato a la presidencia del país. Estaremos de acuerdo en que la creación de una AC, sin la expresa decisión de salir de Morena tanto de parte de él como de sus seguidores, entre los que se encuentra un grupo de diputados y senadores, es una clara indefinición, aunque los legisladores han confirmado que seguirán formando parte del grupo parlamentario del partido guinda.
Podría ser que las expectativas de Ebrard juegan también en torno a lo que la oposición, en particular Movimiento Ciudadano, decida en el tema de su candidato a la presidencia. Varios son los prospectos del partido naranja, aunque él aparentemente no figura en la lista. Sin embargo, su liderazgo está decidido a no precipitar ninguna decisión en ese tema. En cambio, observa con detenimiento lo que hace el Frente y su presunta candidata, la señora de las gelatinas y los huipiles, a quien por cierto se le está cayendo su pretensión a pedazos.
Coincidencia o no tanto. Marcelo como Dante Delgado le están apostando a un momento oportuno para dar a conocer definiciones trascendentes en su devenir político. Mientras tanto, Claudio X. González en un tono casi de ruego, le dirige, apenas hace dos días, a liderazgo, militantes y simpatizantes de Movimiento Ciudadano un desplegado a plana entera llamándolos a la unidad con el “Frente Amplio”, haciendo un llamado a “… las y los demócratas a participar con sentido de urgencia, responsabilidad y generosidad, poniendo por delante el interés superior del país.”. Finalizando con el siguiente mensaje, con negritas en el original, “Aún es tiempo, el presente y el futuro democrático del país nos convoca a todas y todos”.
Concluyo. Pero si todo lo ocurrido en torno a Marcelo Ebrard y Morena fuera una estrategia para insertarlo en las filas de la derecha o al menos provocar en el imaginario del conservadurismo esa pretensión solamente con el fin de fragmentarla aún más y acercar el exitoso logro del Plan C en las elecciones legislativas federales del próximo año, y… ¿si así fuera?
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
Comentarios