“Hay palabras
Jaime G. Velázquez A.
rescoldo de emociones
rastrojo donde una vaca revuelca su sorpresa.”
Las palabras pueden llenar espacios insospechados y alturas inalcanzables, pero en la discusión, que parece casi política, se han convertido en desperdicio constante que proviene de alientos a sarro y cloaca. Provienen de entrañas llenas de ingratitud y mentira, son ejemplo de la vieja costumbre de quienes ensucian la actividad pública y quieren llamarla política; hacer política tiene que ser como la poesía y la poesía es veraz y siempre lúcida.
Escuché hablar a la tal Xóchitl, que con ignorancia fingida proveniente del desprecio que siente por quienes dedican y entregan su vida por el amor que tienen a su pueblo y a la lucha libertaria, no fue capaz de decir correctamente el nombre del Jefe de Estado Cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez. Todo su discurso está plagado de errores producto de su ignorancia, pero también del fingimiento constante tratando de crear un personaje que sea, pretendidamente parecido a lo que ella y sus asesores y diseñadores de imagen, tienen del verdadero Pueblo. Solo refleja su carencia de sentido y capacidad de análisis y su certeza de derrota en el proceso de 2024, pero su enriquecimiento personal.
También pude escuchar a su contrincante, la tal Beatriz Paredes. BP puede darle lecciones de calidad en el discurso, que no en la acción, pues también es una figura creada por la oligarquía, que además imita, con poco éxito, el discurso de la 4T hablando de ética política y transformación al debatir con la tal X.
Una quiere desaparecer los programas sociales del Bienestar y la otra pretende imitarlos, pero al viejo estilo del régimen priísta de la peor factura, entregando recursos a clientela electoral y líderes vendidos, pero no directamente a los beneficiados y a eso pretende llamarle retomar los principios de la Revolución Mexicana.
Ella, que estuvo de acuerdo y respaldó la entrega en manos privadas y extranjeras del ejido, el petróleo, la aviación comercial, los aeropuertos, los puertos, los minerales preciosos, el agua, los ferrocarriles, las carreteras, los derechos laborales, las telecomunicaciones, la generación y distribución de la energía eléctrica, la edición de los materiales educativos para los niños y un larguísimo etcétera durante todo el periodo del saqueo neoporfirista que solo atendía a la oligarquía a quien BP sigue sirviendo pensando que es posible continuar con el engaño.
En otro lado, aparecen negociando mejores posiciones los anaranjados que muy probablemente estén asociados con criminales armados y de cuello blanco, que responsabilizan de los crímenes que ocurren bajo su gobierno al gobierno federal, pero que rechazaron su apoyo y vociferaron que ellos podían hacerse responsables de la seguridad de sus gobernados y hoy son los que más pérdida de vidas y bienes sufren y padecen. Son impresentables.
De este lado tenemos solamente tres posibles, pero algunos parecen haber degradado el discurso y la acción para judicializar el proceso y así evitar su derrota. Todo a sabiendas de que los jueces de esa rama están esperando tener pretexto para golpearnos hasta evitar que la victoria vuelva a ser nuestra, muy mal cálculo de la parte más derechista de nuestro movimiento porque lo debilita y a ellos no los fortalece.
Dos discursos me parecen aceptables y congruentes, aunque a veces sus acciones son, sorpresivamente desalentadores. Aludo aquí a Claudia Sheinbaum, cuyo discurso tiene altura de miras, pero que ha aparecido asociada con personajes de raíz neoporfirista descarada y enemigos de la Transformación, lobos viejos con piel de oveja que todos pudimos reconocer. También aludo al paisano Adán Augusto, que justifica codazos y derribos con la conducta de la gente en tumultos y tropiezos, sin embargo, su discurso es siempre congruente, aunque no olvido el impulso que dio a la “Ley Garrote” que finalmente fue invalidada parcialmente por la SCJN de manera incomprensible. Ojalá que ninguno se olvide de los trabajadores, su presente y su futuro.
La encuesta está en curso y pronto sabremos qué opinan las bases. Personalmente me habría gustado más el voto directo y secreto en urnas especiales para militantes y simpatizantes registrados, así como para los miembros de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación.
La esperanza y la conciencia que despertaron en México y empezaron a hacerse realidad en el proceso electoral de 2018, sigue viva y cada vez más despierta. Lo deseable es que las palabras de la discusión política no se conviertan en rastrojo, sino que sean llamado permanente a la conciencia, por el bien de todos.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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