Según un reportaje publicado por la Revista Polemón, la senadora panista y aspirante a la candidatura presidencial del Frente Conservador, Xóchitl Gálvez lleva ocultando sus empresas y riqueza multimillonaria desde el 2001 en sus declaraciones patrimoniales.
En la investigación de Jorge Covarrubias, se reveló que a pesar de que Gálvez ha reconocido públicamente ser dueña de High Tech Services y Operación de Mantenimiento de Edificios Inteligentes (OMEI), con las cuales ha obtenido contratos por más de 64 millones de pesos en los últimos 18 años, no existe ningún registro de las empresas en sus declaraciones patrimoniales más recientes, ni tampoco de sus referencias bancarias, inversiones, adeudos, participación en empresas, sociedades o asociaciones.
Covarrubias señala que esto marcaría un conflicto de interés por ser la empresa de su familia, pues en el artículo 8 de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas dice que “habrá intereses en conflicto cuando los intereses personales, familiares o de negocios del servidor público puedan afectar el desempeño imparcial de su empleo, cargo o comisión”.
En esta misma Ley, también se establece que las “que las faltas administrativas graves se sancionan con suspensión o destitución del empleo, cargo o comisión; sanción económica y hasta la inhabilitación temporal para desempeñar cargos públicos”, dice el reportaje.
El medio realizó una exhaustiva investigación sobre las declaraciones patrimoniales de Xóchitl Gálvez registradas en el portal de la Secretaría de la Función Pública, sin embargo, encontró irregularidades.
La panista solo presentó su declaración en el 2002 y 2003. La primera fue de los bienes que acumuló un año antes (2001), donde reportó un ingresó anual neto de un millón 555 mil pesos por su cargo público, 400 mil por su actividad comercial y 180 mil en otras actividades.
En el 2003, reportó casi lo mismo, sin embargo, “hubo un notable descenso en sus ingresos” menciona el reportaje, el cual se debía a su actividad comercial y servicios profesionales.
De los años posteriores no hay registros, hasta el 2015 “la panista se vio forzada a presentar otra vez su declaración patrimonial, pero una vez obtenido el triunfo se olvidó del tema”, puntualizó Covarrubias en su texto. En ese año reconoció la existencia de OMEI, la empresa familiar con la que obtuvo contratos por 4 millones 485 mil pesos, según información del medio.
Tras las revelaciones que hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre sus licitaciones, la panista “ha tratado de deslindarse de los presuntos actos de corrupción que se le acusan, pero sus explicaciones no son del todo convincentes” concluyó Jorge en su investigación.
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