Las calles se encontraban llenas de corazones que provenían de todas partes de dentro y fuera del país, había música por aquí y música por allá, uno que otro bailando, otros gritando a todo pulmón frases de apoyo al presidente López Obrador y unos cuantos llegando y uniéndose al mitote. Cada vez se hacía más difícil caminar entre toda la gente y llegar al zócalo…
Estar ahí, era como estar en un caos armónico. La gente salía de todas partes, después de todo, era el quinto informe del segundo mandatario con mayor aprobación a nivel mundial. Mientras más avanzabas, era imposible contabilizar la cantidad de gente que se encontraba en las calles con el mismo propósito que les pertenecía a todos. La unidad se hacía presente, éramos miles de almas reunidas con el mismo sentir, y cuando menos te dabas cuenta ¡te encontrabas en una fiesta nacional! las sonrisas eran inmensas y llenas de vitalidad, todo mundo se encontraba festejando.
A donde quiera que voltearas a ver había gente comprando los famosos AMLITOS, esos a los que tanto le teme el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), y en especial la oposición que llena de envidia detesta que sean una expresión popular de amor hacia el presidente López Obrador. Había peluches, tazas, llaveros, pines y todo tipo de accesorios que te pudieras imaginar con la caricatura del presidente López Obrador y también, con algunas de las frases más famosas del mandatario más querido entre los mexicanos.
Había rostros mayores, pero también rostros jóvenes, fue en ese momento en el que se juntaba la experiencia y sabiduría de la cual aprender, y el relevo generacional a la que el presidente López Obrador se dirige cada mañanera, “esto es para los jóvenes”. Y ahí se encontraban los jóvenes trabajadores, los jóvenes estudiantes, los jóvenes que construyen, los jóvenes que hacen comunicación, los jóvenes que concientizan en las calles, los jóvenes que fueron olvidados por los sexenios neoliberales y que hoy, son apoyados por un gobierno que los impulsa a seguir trabajando y estudiando.
Comenzó el quinto informe, y el pueblo estaba ansioso por escuchar y ver al presidente de la República. Cuando aquel tomó la palabra era inevitable sentir aquella sensación que invadía tu cuerpo y que finalmente desembocaba con algún aplauso, con alguna sonrisa o con la exclamación de alguna de las frases que conoce todo aquel que es simpatizante de la Cuarta Transformación, aunque la más escuchada a mi parecer, fue ” ¡es un honor estar con obrador! “. Ya casi al finalizar el quinto informe nos “sorprendió” Tláloc, todos permanecimos firmes y aunque los paraguas e impermeables se apoderaron de nuestras manos y de nuestro cuerpo, ni la lluvia nos detuvo, y abrió paso a nuestra voz que llenaba por completo todos los rincones del zócalo y de las calles aledañas que se encontraban repletas de gente, gente que compartió un cachito de su paraguas, de su lona o que incluso obsequió algún impermeable con las personas que se encontraban a su lado.
En este gran evento se confirman dos cosas: la primera es un hecho histórico, el presidente López Obrador es el primer mandatario que a los 5 años de su sexenio no ha caído en su aprobación, y la segunda es que el pueblo está consciente y sabe que está por terminar la primera etapa de la Cuarta Transformación y que la unidad es lo que realmente garantizará las elecciones de 2024.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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