Decir algo sobre este sexenio o escribir una columna sin hacer uso de algunas de las muchas frases que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha puesto de moda, es un poco complicado, porque sí, hay que decirlo: ser chairo está de moda; ser AMLOver está de moda, ser de izquierda y estar a favor del pueblo, está de moda.
Una de estas frases que a mí me parecen reveladoras es cuando dice que vivimos tiempos extraordinarios, porque en efecto, no habíamos tenido oportunidad de vivir un sexenio tan emocionante y tan lleno de política real, como el que nos toca a partir de 2018.
Al presidente López Obrador le tocó ser, como él, dice embajador del pasado y quizás si nos aventuramos a pensarlo como un viajero del tiempo, en los años del éxodo y de protección a los derechos de los petroleros a finales de los años 80, o en su época del desafuero donde explicaba las razones por las que sí existía el PRIAN y que entre el gobierno de Fox, la Suprema Corte, el IFE y el PAN, le robaron la presidencia y a nosotros el derecho de elegir democráticamente a un presidente, sí podemos decir que ha viajado en el tiempo porque todo lo que nos dijo resultó ser cierto y todas esas amenazas que profirieron en nuestra contra para que muchos creyeran que era un peligro para México, se han revelado, obviamente a favor de la verdad.
Cada que el presidente desde el salón tesorería del Palacio Nacional nos da lecciones de historia moderna y nos relata de manera eficaz por qué debemos continuar con este cambio progresivo, es que nos damos cuenta de la importancia que juega hoy cada ciudadano y cada voto, porque es a través de esta Revolución de las conciencias que ha cambiado en cada uno de nosotros, la que consolide esta Cuarta Transformación que ahora vivirá su versión 2.0.
Sabíamos desde un principio que teníamos muchos posibles candidatos y también que eran todos tan eficaces como requiere lo que sigue, y entendimos que la verdadera dificultad estaba en encontrar las mayores virtudes en uno u otro. Este es el momento en el que se nos ponen a consideración nombres y trayectorias, congruencias, adhesión al proyecto, continuidad, compañerismos y podremos conocerlos desprovistos de esa coraza que es un puesto público.
Nos estamos dando cuenta cuán imaginativos son para idear una campaña sin recursos, sin secretarías o sin aparatos legislativos que les respalden. Vemos ya de qué están hechos estos 6 suspirantes que contienden por el respaldo en la consecución del encargo para coordinar la defensa de la 4T y, aun cuando entendemos que quien gane esta encuesta contenderá y ganará la elección en 2024, tenemos que recordar que el mayor recurso con el que contamos es la unidad y la tenemos que hacer valer para que no se pierdan la fuerza y la legitimidad de la Cuarta Transformación.
El presidente, en su visión de futuro nos pide únicamente eso: recordar que se trata de un proyecto de nación que traspase las ambiciones personales. Yo le creo a su pronóstico. ¿y tu?
- @cevalloslaura
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