Regresaba a mi casa y en el camino hay una zona en la que hay que esquivar muchos baches provocados por la pésima pavimentación realizada por el ayuntamiento que presidía Gerardo Gaudiano Rovirosa en Centro, Tabasco y que no han podido ser reparados por el actual. Se entiende que tienen que ir poco a poco, debido al deterioro y mala calidad de los pavimentos que usaron en el tiempo de Gaudiano y en los dos períodos de Evaristo Hernández en todo el municipio.
Al esquivar los susodichos baches, venía pensando en cómo obstaculiza la justicia y el avance social la Suprema Corte de Justicia de la Nación, especialmente al nivel de los ministros a partir de que Olga Sánchez Cordero asumió la presidencia de ese poder. Son así, baches que se fueron formando por la pésima calidad de los gobiernos anteriores y por todos existentes en las leyes.
Se ha evitado que seamos los ciudadanos quienes votemos por los juzgadores desde que el Constituyente de 1917 modificó la forma de nombrar jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial quitándole el poder al Pueblo para intervenir en la elección de los juzgadores, por lo que ellos recibieron un poder dictatorial que sólo era acotado por el presidencialismo que México vivió durante la mayor parte del Siglo XX y los primeros 18 años del XXI.
Una reforma constitucional es indispensable para que el Pueblo quite y ponga a todos los juzgadores para que éstos sean justos y no sólo se guíen por la manipulable letra de algunas leyes. Mientras tanto, la impunidad y la injusticia campean y se propician desde la mismísima Suprema Corte de Justicia sin que exista nada ni nadie que tenga facultades para impedirlo. ¿Estarán esperando a que el Pueblo tome en sus manos por la fuerza lo que es su inalienable derecho?
Por otro lado, la fiscalía general de la República se ve estática e inactiva frente a los hechos que dejan impunes a delincuentes y que deslegitiman al Poder Legislativo, pues a cada reforma legal la sucede un amparo y una declaración de inconstitucionalidad por parte de la SCJN o alguna argucia irracional que invalida la acción del H. Congreso de la Unión. Podría llegarse el tiempo en que los ciudadanos de a pie se convirtieran en juzgadores y ejecutores de sentencias contra jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial y los sustituyan por la vía de los hechos, lo que redundaría en la violencia que repudiamos y rechazamos.
Por eso parece oportuno que, contando con las facultades constitucionales que le son otorgadas al jefe del Poder Ejecutivo Federal, todos los “cortesanos conservadores”, émulos de la nobleza de los siglos XVII, XVIII y XIX, sean sustituidos lo más pronto posible y así se evite que haya justicia fáctica desde la mano gigante y poderosa del propio ciudadano de a pie.Por otra para, ya hay una convocatoria de algunos legisladores y al menos un gobernador, para realizar una movilización mayor en contra de la corte. Personalmente creo que es una acción congruente e indispensable, en tanto que la dirección de MORENA a cargo de Mario Delgado deslinda al Movimiento de tal acción y dice que solamente será en el Estado de Veracruz.
¿A qué le teme Mario Delgado? Tendría que ser la propia dirección del movimiento convertido en partido, quien convocara en todo el país a esta marcha, valiéndose de toda la fuerza y poder de convocatoria que se tiene para que de esta forma se puedan contrarrestar y detener las acciones de vileza del Poder Judicial. Si hubo un momento oportuno para realizar semejante movilización es precisamente este.
Tal movilización, de paso, habría de apoyar al Dr. Hugo López Gatell, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud y a todo el sector que está puesto en duda al mismo tiempo que el mencionado doctor. ¡Qué espaldarazo mayúsculo y formidable recibiría MORENA con una movilización así justo antes de las elecciones en Coahuila y el Estado de México.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
Comentarios