La Suprema Corte de Justicia de la Nación es una institución cuyo prestigio crecía poco a poco y en la que los ciudadanos de a pie confiábamos casi a plenitud hasta hace muy poco tiempo. Durante los últimos 20 años hemos visto con tristeza e indignación, como las personas más honestas, capaces y trabajadoras han sido marginadas y desplazadas de los espacios de mayor poder de decisión e influencia para que los ocupen las personas menos capaces, menos honestas y más perezosas, quienes solo sirven a intereses mezquinos, pero nunca a la justicia, a la verdad y en muchos casos, ni siquiera al derecho. Por eso se han convertido en enemigos del Pueblo y del País.
Recuerdo que antes del año 2000 tuve necesidad de consultar algunos nombres y puestos de personas en el sitio web de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y era verdaderamente fácil, simple y sencillo. Ahora resulta verdaderamente imposible encontrar el nombre de los Magistrados que conforman los Tribunales de cualquier tipo, incluso conociendo sus nombres, el sitio es implacable y solo se obtienen los nombres de los Ministros y de los Consejeros de la Judicatura Federal.
Toda la información que tendría que estar a la mano de manera simple, está impuesta a un auténtico galimatías informático que lleva a una de dos opciones; perder mucho tiempo para hallar los datos que se necesitan o a desistir del intento, incluso usando el teléfono para intentar conseguir esa información.
Desde la opacidad es mucho más fácil propiciar la impunidad y la transa, hacer visible sólo lo que el cinismo y el descaro de la presidencia más frívola de las que ha tenido la Corte; así hemos visto como se le devuelve la libertad a Rosario Robles por delitos más que probados por la FGR; se liberan las cuentas de la cómplice más cercana de García Luna, que de manera más que justificada y legal, había congelado la UIF de la SHCP; se conceden diversos amparos contra la extradición al jefe del cártel de Sinaloa, Ovidio Guzmán López ya nomás falta que lo dejen en libertad como han hecho con otros tantos criminales.
De todo lo anterior, se desprende la hipótesis de que la asociación de la cúpula de la SCJN podría estar coludida con los criminales que han bañado en sangre el territorio nacional y al mismo tiempo, con los peores agentes de la derecha pro fascista que renace en México. Esto, con la más obscura intención de culpar al régimen del Presidente Andrés Manuel López Obrador y denostar todos los avances que en contra del crimen organizado y de la corrupción se han logrado con esfuerzos y recursos humanos y económicos de gran valía y con ello lograr que la oligarquía vuelva al poder político.
No existe duda de parte de quienes vemos con claridad la valentía del régimen de la 4T, así como sus errores y sus fallas, de que una de ellas es no haber iniciado el sexenio con la reforma profunda de la SCJN y de todas las instancias jurídicas que de ella dependen, porque es ahí donde reside la fuente de toda impunidad e injusticia en la República Mexicana, no del Poder Ejecutivo Federal, ni del Poder Legislativo, sino del Poder Judicial Federal.
Son contados los tribunales que no padecen sobrecarga de trabajo y carecen de personal calificado y honrado para realizar sus delicadas funciones. Las oportunidades de corromper y corromperse aparecen en cada asunto que llega a sus manos, sus salarios son muy altos so pretexto de evitarlo, pero la observancia de los principios que debieran tener todos sus elementos, dista mucho de ser una realidad concreta. La minoría incorruptible en la SCJN, es la más marginada, vilipendiada y obligada a realizar mucho más trabajo de aquel que es razonable y si, justo.
Bajo la premisa de la separación de poderes, los Ministros se han abrogado una atribución meta constitucional, y ahora, son un segundo legislador a quien no hay cómo cuestionar, modificar o detener. La acción popular y la movilización constante son la única solución viable y posible.
Se antoja harto difícil, pero si la dirección de MORENA quiere seguir el camino de la Cuarta Transformación, es imperativo que el Movimiento se convierta en vanguardia popular para que, sin represión ni infantilismo político personalista, encabece la presión para transformar a la SCJN, empezando por exigir, demandar y convencer de que los Ministros deben renunciar y entregar al voto popular la elección de sus sustitutos desde aquellos Magistrados y Jueces cuyas carreras y resoluciones sean más limpias, menos impugnadas y en cuyas declaraciones patrimoniales no aparezcan dudas de su honorabilidad y rectitud.
Sólo la presión popular puede lograr grandes cambios, está dicho, “…con el Pueblo todo, sin el Pueblo nada…” la vanguardia es MORENA y debe pasar a la movilización constante, o después será demasiado tarde y volverán los regímenes autoritarios y represores.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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