El veredicto que declara a Genaro García Luna, ex secretario de seguridad pública de Felipe Calderón, culpable de los 5 cargos que se le imputaron en el Tribunal del Distrito Este de Nueva York, Estados Unidos, pone a la derecha mexicana en su mayor crisis desde que perdieron la presidencia de la República en 2018. No sólo por el peso en sí mismo de que todo mundo sepa que en México ellos dejaron que el crimen organizado se apoderara del Estado, sino por la traición que recibieron por parte de sus dos aliados fundamentales.
La primera es la traición más profunda, la del propio imperialismo estadounidense, al que sirvieron sin dignidad durante décadas, cumpliendo todas sus órdenes para entregar los recursos de nuestro país, explotar a nuestra gente y reprimir a los movimientos sociales. El gobierno de Estados Unidos fue el principal promotor y patrocinador de la guerra en México, sus más altos funcionarios apoyaron al narcotráfico y les entregaron armas para controlar los territorios y así hacer más fácil el saqueo de nuestra nación. Pero los gringos no estarían dispuestos a asumir los costos internos que les dejó esa operación. Tienen que cumplir con su papel de “policías del mundo” y simular que hacen justicia, por lo que sin que les temblara la mano decidieron sacrificar a algunos de sus ex empleados en México: García Luna y con él, a Felipe Calderón.
La segunda traición viene de la burguesía dueña de los medios de comunicación. Quienes les sirvieron durante años desde la televisión y la radio para enajenar a nuestra sociedad propagando contenido basura, legitimando las políticas antipopulares del neoliberalismo y destruyendo al oponente, hoy cubren la nota “García Luna”. Después de ignorar el tema durante semanas, de último momento han preferido gozar las ganancias del rating que ha generado el escándalo y, aún más importante que eso, se han deslindado del calderonismo para salvar algo de credibilidad y la posibilidad de quedarse al menos con un poco de oposición política a la Cuarta Transformación que pudiera acercarse a ganar una elección futura. Lo cual honestamente dudo que ocurra.
La clase política conservadora en México ha sufrido un choque de realidad inédito. Jamás se habían visto tan vulnerables como ahora, al darse cuenta de que sus dos principales factores de capacidad podrían dejarlos solos si se trata de ver por sus propios intereses. Han sentido los golpes del mismo sistema que han defendido.
Llega un punto en que ese pequeño grupo de políticos corruptos se ha quedado completamente solo: sin el imperio, sin voz -por el momento- y sin el pueblo, ¿para siempre?.
Nota: no creo que Morena deba pedir cancelar el registro al PAN por el veredicto contra García Luna. Además de que eso jamás sucederá con el actual INE, un principio nuestro es ganar siempre por la vía democrática. Es el pueblo el que debe ponerlos en su lugar en las próximas elecciones.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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