Mientras Samuel García se encuentra en Egipto, esta semana se aprobó, por el Congreso de Nuevo León, una reforma a la Ley de Hacienda.
Estos cambios contemplan que el titular de la Subsecretaría de Administración Tributaria (SAT) deberá ser ratificado por el Congreso. Por tanto, deja de ser facultad exclusiva del gobernador el nombramiento del titular del SAT estatal, y ahora deberá pasar por un filtro.
Ahora bien, según se dice, estos cambios se realizaron debido a que se ha denunciado que, desde que García Sepúlveda tomó posición, el SAT se ha utilizado para extorsionar tanto a funcionarios públicos como a particulares.
Aunado a lo anterior, recientemente también se ha acusado al gobierno del estado de retener recursos de algunos ayuntamientos; denunciado, por cierto, por los mismos alcaldes.
Por tanto, de ser esto cierto, la situación se vuelve algo preocupante. Y, por la misma razón, hace recordar el por qué el poder ejecutivo debe tener un adelgazamiento en sus facultades.
Desde hace tiempo, como se sabrá, se han presentado diversas reformas para el adelgazamiento de las funciones del poder ejecutivo; aunque esto solo a nivel federal.
A nivel local, estos cambios han sido mínimos. Fue esa una de las razones por la cual el PRI ganó la presidencia en 2012: gracias a sus gobernadores.
Otro ejemplo de esto es la independencia de la Fiscalía General (FGR) la cual dejó de pertenecer al ejecutivo federal y con la cual se denunciaba constantemente que se utilizaba para perseguir opositores. Estos cambios también se efectuaron a nivel estatal.
Por tanto, más que un “madruguete”, estos cambios responden a la tónica que se han presentado en los últimos años en tanto adelgazar al poder ejecutivo.
Entonces, más que “un nuevo golpe” (como manejan algunos medios) desde el Congreso se considera que Samuel García ha ido más allá de sus funciones; lo que, en su tiempo, Carpizo llamó las facultades “metaconstitucionales”.
Aunque, ciertamente, también es posible otra lectura a todo esto. Y es que en los últimos meses se han presentado diversos conflictos entre el ejecutivo y el Congreso del estado.
Entre los últimos, se encuentra el problema sobre la designación del nuevo fiscal general del estado.
Por tanto, no extrañaría que todo esto sea producto de ese conflicto. Por lo pronto, el SAT estatal deja de ser de Samuel García.
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