Ya en las postrimerías de la tarde, terminando una de esas dilatadas comidas familiares de domingo, ahora tan frecuentes porque el bicho lo permite, hace poco me ocurrió algo que seguramente ha sufrido más de uno… o una, pues. La plática de sobremesa ya había rebasado los linderos de lo ameno para volverse francamente desquiciante, luego de que el típico primo con ínfulas de fifí había pasado de las indirectas traperas a las muy directas…
— Y es que por culpa de López estamos peor que nunca —fue la aseveración que me colmó el plato.
En casos así, me dirán, la prudencia dicta que lo mejor es decir buenas tardes, repartir besos y apapachos, reclamar el itacate de ocasión y salir de ahí cuanto antes; o tal vez intentar un olímpico giro temático, estratagema siempre fácil de ejecutar cuando uno conoce las profundidades del alma de su gente, y sabe de qué pies cojean y cuáles son los asuntos que realmente pueden prendarlos:
— ¿Y qué Pachuca por Toluca, Jaimito? –pude haber soltado, y sin duda alguna hubiera permitido que buena parte de los comensales tuviera ahora sí algo qué aportar a la tertulia y muchos chascarrillos que reciclar. Previsiblemente, después de los sarcásticos lamentos por la suerte del Club Toluca, la charla se habría encaminado a las burlas contra los americanistas ahí presentes, luego a los amores y odios que Memo Ochoa sigue despertando entre la afición y de ahí a Qatar… Risas, santa paz, y cómo no tía, le acepto otra cervecita…
Pero no, ese día no atendí a Dear Produnce: — ¿Estamos? ¿Quiénes, Odilón? ¿En qué estamos peor que nunca?
Los minutos siguientes los ocupa una escena que todos conocemos: enmarcada en un silencio sepulcral a cargo de los prudentes y de los y las que de política y de religión mejor no hablan, la respuesta consabida: — Sí, estamos, todos, ¡peor en todo!
Segunda llamada de doña Prudencia: Ok, no capitules, pero mejor záfate del embrollo: — Uy, qué triste que todo esté peor, que todos estemos mal, ¡y yo sin darme cuenta, hombre! Bueno, tiíta Gertrudis, comimos como reyes, exquisito y abundante, y la compañía fue una delicia. Muchas gracias, nosotros nos vamos, eh…
Por supuesto, de nuevo, no atendí a la cordura…
— A ver, por favor danos un ejemplo.
Como era de esperarse, el pobre Odilón no pudo pasar de proferir imprecisas generalidades —“Nadie se siente seguro en este país”—, lugares comunes vacuos —“El señor ataca desde su púlpito mañanero a sus críticos”—, prejuicios —“¡Qué puede saber López de macroeconomía si ni habla inglés!”— y sobre todo, un batido de falsedades. Aquí debo acotar que creo firmemente que en la mayoría de los casos mi pariente no mintió, quiero decir, espetó afirmaciones que no son ciertas, sí, pero las soltó sin saberlo, al contrario, como muchos pejefóbicos y criticones por puro aspiracionismo —si estoy en contra del Peje me veo más fifí—, nada más repitió embustes que la mediósfera tradicional le ha metido en la cabeza, absolutamente convencido de que así son las cosas —aquí no tiene caso ejemplificar; ustedes saben a cuáles me refiero—.
Lo que siguió entonces fue una andanada a cuenta y cargo de un servidor, un aluvioncito de datos matones. Ya saben:
- No sólo no se ha devaluado nuestra moneda a treinta pesos por dólar, como amenazaba la derecha, sino que se mantiene fuerte, nada más y nada menos que como la tercera divisa más apreciada del mundo frente al dólar.
- El peso mexicano se aprecia en el año 20% frente al won surcoreano, 25% frente al yen y 21% frente a la libra.
- La percepción de la inseguridad pública es actualmente la más baja desde que se mide ese indicador.
- Pese a la crisis económica internacional, la amenaza de recesión en Estados Unidos, la incertidumbre por la guerra en Ucrania y los exabruptos balísticos de Corea del Norte, la inversión extranjera directa y la confianza empresarial en México se mantienen.
- Se anticipa un crecimiento de 7.5% en la producción de manufacturas.
- En el segundo trimestre del 2022 el PIB turístico se expandió 19.3% frente al mismo periodo del 2021.
- En el último trimestre, la economía creció 4.7% en su comparación anual, y el crecimiento para 2022 va a ser mucho más alto de lo que preveían todos los organismos internacionales.
- La inflación en México es más baja que en Europa.
- La pensión a los adultos mayores aumentará en 2023 en 25%
- El homicidio doloso en la CDMX ha bajado 60%
- En septiembre, estuvieron ocupadas 2.4 millones de personas más que en el mismo mes de 2021, y la tasa de desocupación sigue a la baja.
- Nuestras exportaciones a Estados Unidos alcanzaron cifra récord en septiembre.
En fin, jalé el gatillo y así lo mantuve un rato hasta que, seguramente por conmiseración, intercedió una prima…
— ¿Nadie quiere otro flancito?
Odilón ya no quiso…
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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