Entre las pésimas e históricas características y costumbres de la administración pública, suelen destacar las pugnas y disputas entre servidores públicos, ya sea por escalar en los cargos, permanecer en ellos hasta perpetuarse o, como ya es una costumbre, por aspirar a convertirse en los sucesores. Si bien no es una practica que se reduzca exclusivamente a gobiernos emanados de un partido en particular, cuando menos en la izquierda si ha sido uno de sus principales problemas desde que esta accedió al poder.
Por ejemplo en la Ciudad de México donde el PRD accedió al Gobierno de la Ciudad en 1997 y, posteriormente en la elección democrática de Jefes Delegacionales hacia el año 2000, connotados compañeros de lucha figuraron en los principales cargos, tanto de elección popular como para ocupar las estructuras de gobierno.
Por supuesto que varios de ellos poseían las cualidades necesarias para ser designados en lugares clave, ya sea por trayectoria, perfil o capacidad, pero esto no era precisamente la constante; se contaban por cientos los espacios nombrados para darle juego a las fuerzas políticas dentro del perredismo de aquel entonces cuyos cuadros carecían del perfil para realizar una labor destacable, o peor aún, eran designados bajo el deplorable sello del nepotismo.
Esta constante a la hora de definir los espacios, sin duda trajo consecuencias negativas palpables que obligaban a los electores capitalinos a mostrar su rechazo al perredismo con una peculiaridad: mientras que, en los gobiernos de Cárdenas, López Obrador, Ebrard, incluso el de Miguel Ángel Mancera, se alcanzaban transformaciones importantes para la CDMX, lo cierto es que, en muchas de las hoy Alcaldías y las diputaciones locales, la izquierda quedaba mucho a deber, luego entonces, las razones de la ciudadanía para castigar al perredismo en las urnas sobraban: falta de resultados, nepotismo, corrupción, escándalos, etc.
A dichas razones se sumaban las pugnas internas que no sólo quedaban en el interior del PRD, sino que se trasladaban a la administración pública gracias a la fallida lógica de querer circunscribir las actividades partidistas a las acciones de gobierno; pero, aunque queda claro que estas no son las únicas causantes de la decadencia y debacle que disminuyó al PRD de tal manera que al día de hoy lo tienen al borde de la desaparición, lo real es que fueron parte fundamental, eso no se pone en duda.
Esto lo mencionamos a colación de la renuncia de Tatiana Clouthier a la Secretaría de Economía y a las declaraciones que hace a Enrique Galván Ochoa de “La Jornada” en la entrevista telefónica que le concedió apenas un día después de la renuncia. Sin profundizar en las motivaciones y en los personajes a quienes dirige sus dichos, lo cierto es que ese señalamiento hecho por la sinaloense de que “una jauría rodea al presidente y no deja avanzar proyectos, le llevan mentiras” debiera ser motivo de reflexión. ¿A caso hay una mentira en los dichos de Tatiana? ¡Por supuesto que no! No se puede tapar el sol con un dedo y quien pretenda hacerlo, será porque precisamente sabe que tiene razón o se siente aludido.
Y es que por más que se tratara de ocultar, lo evidente es que en todos los niveles existen funcionarios que lejos están de comprender lo que es la Cuarta Transformación planteada por el presidente y sobre todo, distan mucho de entender que los cargos públicos son una responsabilidad que se transmuta en otra trinchera de lucha, ¿para qué? Pues sencillamente para servir al pueblo y demostrar qué proyecto representa mayores beneficios a la sociedad, si el que representa la izquierda o el que se ha ejercido de manera reprobable en este país. Por esa razón, más que intentar caer en el juego de la oposición de sacar raja política de la dimisión de Tatiana, debería de ser un claro llamado de atención y, como ya se dijo, a la reflexión especialmente por ser ella quien lo señala, pues se trata de un personaje que a mi parecer, a pesar de la renuncia, mantiene lealtad a un proyecto, incluso más que a la persona.
López Obrador expresó en el 2020 que Clouthier era una persona con principios, integra y honesta, hoy puede que el presidente tenga molestia por la renuncia, quizá (paradójicamente) por el reconocimiento y aprecio a su persona, pero con toda seguridad, en el fondo atesore la lealtad con la que ejerció sus responsabilidades desde la campaña electoral.
A este gobierno le restan un par de años, aunque en el terreno electoral y con las elecciones en puerta de 2023 y 2024, el tiempo será más corto. Quedan temas pendientes que sin duda son trascendentales y reformas que, por su vocación, son esenciales como la electoral. Ojalá que la dimisión de Tatiana tenga como consecuencia el reagrupamiento de los verdaderos compañeros de lucha del presidente para defender el proyecto y darle continuidad más allá de este sexenio, pero, al menos al día de hoy, y, contrario a los planteamientos genuinos de AMLO, la jauría que rodea al presidente y no deja avanzar proyectos (cualquiera que estos sean en beneficio de todos) parecieran ir ganando terreno.
Para acabarla de amolar
En los documentos filtrados por la dichosa guacamaya, fueron circulando en whatsapp textos en formato pdf fechados el 9 de agosto de 2022 con el titulo “Cuatro campos del poder Ciudad de México”. El campo social menciona una serie de organizaciones de distinta índole en las que aparece identificado parte del movimiento campesino. Es cierto que hasta 2019, previo a la pandemia, había un esfuerzo unitario de organizaciones campesinas bajo el nombre de Frente Auténtico del Campo en el que participaban la CODUC, el MST, CIOAC y la UNTA; lo curioso es que los datos, fotografías de los liderazgos principales y nombres, así como el total de las organizaciones que conformaban el FAC, son completamente erróneos.
Probablemente en el imaginario colectivo, nadie duda del hackeo que sufrió la SEDENA, aunque oficialmente prevalezca la duda, pero, lo evidente, es que ese archivo fue completamente manoseado; o los autores de la filtración carecían de los datos precisos empezando por la fecha, o de plano sólo lo hicieron al aventón. Si en el plano campesino así de equivocados andan, ¿cómo estará la demás información?
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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