¿Cómo poder resolver el delicado pero grave tema de las mascotas en la Ciudad de México? Propongo dividirlo en dos para poder analizarlo por separado y partir desvinculando dos aspectos. Por un lado el gran amor que sí se les llega a tener a estas mascotas y la total inocencia obvia de los canes de compañía.
Aclarados estos dos puntos, vayámonos directamente a la ya criminal irresponsabilidad de los dueños de perros. En la Ciudad de México existen casi dos millones de mascotas caninas que supuestamente son las preferidas de los capitalinos. Pero como veremos, esta predilección, es en realidad ficticia y superficial.
Hoy en día no se puede salir del hogar sin inmediatamente encontrarnos con excrementos caninos a media calle y por supuesto recibir el golpe en cada esquina del tufo mal oliente de los químicos de su orina.
Los dueños inconscientes no levantan las heces de sus mascotitas, o las levantan pero las avientan en cualquier entrada, banqueta o árbol. Por otro lado, la moda de los “buena onda” es no traer a sus “perrhijos” restringidos con una correa a pesar de que en la Ley de Cultura Cívica vigente está prohibido y de que puede tratarse de razas potencialmente peligrosas.
Lo anterior está provocando un grave problema de salubridad, que aunado a la mala calidad del aire en nuestra Ciudad, afecta de manera directa a los seres humanos, especialmente niños y adultos mayores. Según expertos de la UNAM las heces fecales caninas dan origen a enfermedades parasitarias graves tales como la Ancylostomosis, provocada por un parásito que tiene la capacidad de penetrar por la piel o la Giardia que produce problemas gastrointestinales severos como diarreas crónicas, colitis crónicas, padecimientos que son difíciles de erradicar.
Pero en realidad el amor que dicen tener los dueños de mascotas caninas por sus animales puede ser muy relativo. La mayoría de los perros pasan muchas horas solos encerrados en departamentos pequeños o en azoteas amarrados sin atención adecuada. Esto provoca en el can una especie de angustia y nerviosismo que hace que ladre constantemente ó, ya que ahora normalmente se tienen de dos a tres perros por inmueble, se peleen entre ellos.
La Secretaria de Salud, la PAOT y la Secretaria de Medio Ambiente advierten de los efectos estresantes que estos ladridos causan en la población vecina. Los aullidos constantes y angustiosos de los animales dificultan el sueño, la concentración del resto de los habitantes en un edificio, impide el estudio y el descanso de adultos mayores o enfermos y cualquier actividad doméstica que precise tranquilidad.
Por otro lado, en la Ciudad de México son sacrificados anualmente cerca de 30 mil perros, de los cuales 52 por ciento son entregados por el mismo dueño a cargo de estas mascotas, señaló en un dato escalofriante, el director general de la Agencia de Atención Animal de la Ciudad de México (Agatan), Carlos Esquivel Lacroix. Al mismo tiempo, la secretaria de Medio Ambiente, Marina Robles, compartió el dato de que muchas de las familias que compran mascotas, a los tres meses buscan deshacerse de ellas porque no cumplieron sus expectativas. ¿Esto es amar a las mascotas?
Los canes son abandonados en barrancas, lotes baldíos, en algunas ocasiones se les llega a aventar desde los autos. Pero quizá también esta crueldad sea ocasionada por factores económicos ya que algunos dueños reportaron gastar en promedio por mascota $1,500 pesos al mes, siendo el mayor gasto en comida luego en consultas médicas, medicamentos, tratamientos, cortes de pelo y hasta en funerales.
Como se ve este tema presenta una complejidad que desde mi opinión tiene que ver con una pérdida de valores, modas efímeras, carencias afectivas individuales, un estilo de vida falso y egoísta donde sólo se busca la satisfacción personal a una carencia o a la pretensión de un status económico que no se tiene en realidad.
Lo más tremendo del asunto es que nos afecta a todos por igual porque hay un descontrol y una gran irresponsabilidad como comunidad ante la salud propia y del otro que ha llegado a extremos de violencia que van desde envenenamientos de perros, asesinatos y peleas entre vecinos. Hace falta que las leyes a este respecto se cumplan cabalmente para proteger a la ciudadanía de sí misma.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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