En uno de mis primeros textos en Los Reporteros MX escribí acerca del aburguesamiento que se había dado en la UNAM, y de toda esta oscura etapa en que la máxima casa de estudios ha estado en manos de grupúsculos de poder ligados al viejo régimen.
Muchos de los funcionarios de primer nivel de la primera Universidad de la nación son afines a grupos políticos conservadores que han hecho de ésta, su refugio fuera del servicio público.
El grupo de Narro Robles, quien fue colocado en rectoría por el Revolucionario Institucional, ha mantenido y sigue teniendo influencia destacada en los órganos de gobierno de la Universidad. Esos personajes han mantenido y se han encargado de conservar un comportamiento entre las juventudes universitarias de relativa pasividad política que ha sido sumamente conveniente para los anteriores gobiernos neoliberales.
Han manejado un estudiantado anestesiado en el activismo político, porque hábilmente se preocupan por estigmatizar la actividad política de los jóvenes estudiantes, poniéndolos en la disyuntiva de ser conciencias revolucionarias o simplemente mantener la expectativa de ser mano de obra técnica, acabada para el mercado laboral y a la postre convertirse en autómatas del sistema económico que dominaba.
Sin embargo, esta nueva etapa que nos tocó vivir y el momento histórico en que nos encontramos de transformación política en el que se siembran las semillas de una nueva realidad y el despertar de las conciencias, marca un parteaguas en la sociedad que parece comienza a rendir sus primeros frutos.
El pasado lunes 29 de agosto, con total desparpajo y cínico protagonismo Lorenzo Córdova, actual presidente del INE, órgano encargado de la organización de las elecciones en el país, el arrogante, autoritario, discriminador, racista, clasista, antidemocrático y tapete del corrupto dirigente actual del PRI, osó presentar en un campus de la Universidad Nacional Autónoma de México en el Estado de México, a invitación precisamente de esas autoridades antes mencionadas que se agazapan en la academia cuando no están ejerciendo cargos públicos, una conferencia sobre “retos de la democracia”; sin embargo, parece que el corazón de la UNAM comienza a latir y la sangre de sus venas a circular, pues después de mucho tiempo en estado de inconsciencia o de coma inducido por el sistema, por fin uno de sus estudiantes, Alejandro Torres (@aleatorres01), de la carrera de Relaciones Internacionales en la Facultad de Estudios Superiores ACATLÁN, dio muestra de lo que debe ser esa juventud combativa, viva, informada, que le haga estar segura a la sociedad mexicana a la que se debe, que la Universidad es el lugar por excelencia donde se formarán los cuadros que habrán de ser el motor transformador de este país que dejaron en ruinas los gobiernos neoliberales.
De verdad que da mucho orgullo y motiva escuchar estudiantes como Alejandro, quien en una estupenda entrevista que le concede a Manuel Pedrero (@yosoypedrero, https://fb.watch/fdzDQXNT3m/) nos ilusiona hacia el futuro próximo, porque nos da una mejor perspectiva de lo que están hechas estas nuevas generaciones de estudiantes que se informan con otros estándares y son críticos a los funcionarios simuladores. Ver a dos jóvenes como Manuel Pedrero y Alejandro Torres en esas disertaciones políticas y con la claridad con que lo hacen, realmente da tranquilidad porque como muchas veces lo ha dicho el Presidente Andrés Manuel, el relevo generacional existe y está listo.
Seguro estoy que lo sembrado hasta ahora y la pedagogía política diariamente expresada en las mañanas de estos pocos años que lleva la transformación, harán nuevamente juventudes llenas de activismo social y político lo que necesariamente nos llevará a una revolución de las consciencias, una revolución pacífica que no parará nadie y que el día de ayer a manera de presagio se manifestó en una entidad en donde el próximo año se terminaran décadas de dominio autoritario. La ruta esta marcada.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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