Este fin de semana se celebraron los Congresos Distritales de Morena para elegir a los nuevos integrantes de los Consejos Estatales y Nacional. En jornadas extenuantes iniciaron los comicios, con un formato que no cumplió con las características del Estatuto y simplemente recogió la votación de miles de ciudadanos que arribaron a los centros de votación.
Ante la apertura del partido a elementos reciclados de la política, salidos de las filas de los partidos políticos de siempre contaminan a Morena con las viejas prácticas clientelares y electoreras, pero también quienes hoy ocupan un encargo gracias a nuestro partido y su militancia, y que son replicadores de las practicas nefastas que siempre hemos querido erradicar.
Desde una cúpula partidista que hace oídos sordos a los reclamos de la militancia del constante acarreo, la compra de votos y el condicionamiento de la entrega de programas sociales o la promesa de apoyos en el futuro, las dirigencias hacen alarde de una enorme participación por el grado de conciencia política que ya tiene el pueblo, y señalan que el nivel de votaciones tan alto solamente responde a la gran aceptación de nuestro partido Morena en la sociedad.
La gran realidad es que el clientelismo, la compra del voto y el acarreo no se han terminado, que se sigue haciendo política como en las viejas épocas del PRI y del PRD; es lamentable como a lo largo de la semana correrán vídeos y mensajes en televisión y redes sociales de cómo Morena, en su proceso interno, realizó las mismas practicas de las que nos jactamos que en el partido no existen y combatimos.
Los consejos estatales fueron ocupados en su gran mayoría por personas del viejo régimen y funcionarios públicos morenistas que aún no han comprendido que los encargos no son espacios de influyentísimo, cacicazgos y control social.
Muchos pagaron para ser consejeros enormes cantidades de dinero, la compra del voto apremió y con ello aseguraron su espacio en el consejo, pero nos deja ver con claridad qué es lo que nos espera en Morena: Buscan el beneficio personal y hace a un lado los ideales y principios de nuestro movimiento, se le inyectó a Morena el mal de la división y la construcción de corrientes.
El problema central radica en que los militantes y los ciudadanos morenistas y obradoristas de convicción este fin de semana constatamos el grado de putrefacción política hasta donde puede llegar la cúpula de nuestro partido, el dinero de los caciques, el entreguismo y el arribismo, vimos con certeza y decepción cómo nuestro partido se desmorona por el mismo cáncer que pensamos haber erradicado en 2018.
Nos negamos a ser igual que ellos, a convertirnos en lo que combatimos, negamos la muerte ideológica de Morena y la extinción de los ideales y principios, aquí estamos los que resistimos y quienes enfrentaremos a los arribistas que hoy se imponen en las filas del obradorismo sin serlo.
A nuestros militantes y simpatizantes, convocarlos a no sucumbir y no derrotarse ante las imposiciones, ante el cochinero del que todos fuimos testigos en nuestros distritos electorales, invitarlos a seguir cerrando filas, a hacer la catarsis necesaria y suficiente, a guardar el reposo suficiente para realizar el análisis pertinente y pensar en la estructura organizativa, porque seguiremos dando la batalla interna e ideológica para defender con vehemencia la esperanza de México; hoy es una realidad que la continuidad de la 4ta transformación no está representada en lo que constatamos en los comicios del fin de semana pasado.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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