La clase política mexicana le ha dado respiración artificial durante años al más aberrante de los partidos políticos nacionales: El llamado Partido Verde.
El engendro PVEM, creación de Jorge González Torres y herencia de Jorge Emilio González Martínez, ha gozado del contubernio lo mismo con el PRI que con el PAN, para lucrar con el erario; el colmo del asunto es que actualmente el contubernio del PVEM es con Morena, sostiene un claro amasiato con el presidente nacional morenista, Mario Delgado Carrillo.
Mario Delgado incluso hizo campaña para el entonces candidato del Verde en San Luis Potosí, el también impresentable Ricardo Gallardo Cardona, en detrimento de la candidata de Morena al gobierno potosino en 2021, Mónica Rangel Martínez.
Hagamos un poco de memoria, el PVEM, el esperpento político, hizo alianza con Vicente Fox Quesada en el año 2000, acción suficiente para que Morena lo mantuviera a distancia y lo dejara caminar hacia su sepultura política; no obstante, celebra sin rubor alianzas locales y para la integración del poder legislativo federal.
En 2006 el PVEM apoyó la candidatura presidencial de Roberto Madrazo Pintado y para 2012 refrendó su apoyo al PRI como aliado de Enrique Peña Nieto, suficientes acciones para dejar que la ciudadanía ponga en el basurero de la historia a esta organización política, que lo mismo ha llevado a la hija de Ricardo Salinas Pliego a la Cámara de Diputados, que ha hecho del Congreso de la Unión la sala de descanso y de financiamiento del viejo verde Jorge Emilio González (antes niño verde), a quien el mismísimo Carlos Salinas de Gortari le allanó el camino para ser un eterno legislador, diputado federal y senador de la República.
Con la podredumbre del PVEM se puede armar fácilmente un voluminoso libro sobre la corrupción en México, por lo tanto, es incomprensible que la “Cuarta Transformación” mantenga relación con esta escoria.
La ciudadanía sabe perfectamente que fue un impresentable pvemista el exgobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, a través de su esbirro David León Romero (persona en quien confiaba López Obrador, háganme el favor), el que grabó y vendió a “Latinus” – Loret de Mola, las imágenes en las que dos hermanos del presidente reciben sobres amarillos con billetes; de hecho, a estas alturas hay elementos que permiten concluir que detrás de ese ataque político estuvo Roberto Madrazo Pintado, “Latinus” es su propiedad, es patrón de Loret.
Recientemente supimos, por los “Martes del Jaguar” de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román, que Manuel Velasco y Alejandro Moreno “Alito”, impresentable presidente del PRI, se dicen “hermanos”; el PVEM y el priismo permanecen al acecho de la 4T y no se puede descartar que en cualquier momento tramen algún ataque en contra del obradorismo.
Por todo lo anterior, la coyuntura de 2024 es el escenario ideal para que Morena deje morir al Partido Verde y toda su camarilla, que no celebre alianza electoral alguna; la reciente encuesta del diario El Financiero, refleja que el PVEM no le va a aportar nada a Morena; el morenismo continúa creciendo de la mano de la gestión del presidente López Obrador y ni la alianza PRIANPRD podrá competir con la abanderada presidencial de la 4T.
Cabe recordar que el Verde, fundado en 1986 como Partido Verde Mexicano (PVM), participó en 1991 de forma independiente y perdió el registro, los González tuvieron que buscar nuevamente el registro en 1993, año en que se oficializó como Partido Verde Ecologista de México y desde entonces su estrategia ha sido venderse al mejor postor, ha sido un partido satélite por excelencia, del PRI y del PAN.
Es una oportunidad inmejorable para que Morena contribuya a sanear el sistema político mexicano, que deje de una vez por todas morir al Partido Verde.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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