El pasado 1 de julio, se cumplieron cuatro años del triunfo del pueblo mexicano con Andrés Manuel López Obrador, y no hubo mejor forma de festejar el gobierno de la 4ta. Transformación que con el cumplimiento de una de las 100 promesas de gobierno de nuestro presidente, la inauguración de la refinería “Olmeca Dos Bocas”.
El objetivo es muy claro: Dejar de comprar gasolinas al extranjero y ser autosuficientes.
La derecha esquizofrénica se ha dedicado a desprestigiar los trabajos de la construcción de la refinería; han dicho incluso que no producirá ni un solo barril de gasolina, vociferan rabiosos y desean con todas sus fuerzas que le vaya mal al presidente, y que para los mexicanos esta gran obra no rinda frutos; mientras que estos despotrican contra los avances de la 4ta. Transformación, nosotros no olvidamos que la última refinería que se construyó en nuestro país fue hace 43 años en Cadereyta, Nuevo León en 1971, y el perecedero esfuerzo de Calderón hace 14 años, que sólo construyó una barda y gastó 660 millones de dólares.
Para los presidentes neoliberales, el negocio estaba en mandar refinar al extranjero el petróleo extraído en México, el cual nos lo regresan refinado a un alto costo. En la vida cotidiana, se refleja en el encarecimiento de los productos de uso común y los alimentos.
Los que quieren que la refinería no produzca o se ríen porque su producción total será posterior al 2024, no son conscientes de que dicha obra tan magnífica dará a los mexicanos, López Obrador para toda la vida.
Con las 2 nuevas refinerías Deer Park y Dos Bocas, se pretende rehabilitar las otras 6 refinerías deterioradas por el abandono de los gobiernos anteriores, así como también aumentar la producción de gasolina. El gobierno de Andrés Manuel busca hacer autosuficiente a nuestro país con la rehabilitación y funcionamiento de las 8 refinerías. ¿Y qué importa si esta autosuficiencia se da posterior al 2024? Es casi un decalustro en que no se hacia esfuerzo alguno para evitar el encarecimiento de los productos y alimentos, derivado del alto costo de la refinación de nuestro petróleo en suelo extranjero; durante 80 años de neoliberalismo observamos cómo las riquezas del petróleo se repartían entre los grandes empresarios extranjeros y los dueños del poder político en nuestro país. Sin lugar a dudas, las refinerías regresan la soberanía nacional, PEMEX sigue siendo estratégico y los mexicanos estamos conscientes de que no se puede seguir desvalijando el Patrimonio Nacional, la Palanca de Desarrollo Nacional, tal y como está establecido en el Proyecto Alternativo de Nación, que sigue siendo el sector energético.
Por un lado los detractores del Gobierno Federal buscan la privatización de los recursos energéticos de nuestro país y hacen jugosos negocios con las petroleras extranjeras y sus refinerías, mientras que por otro lado argumentan que la producción de gasolina es obsoleta y que las energías limpias y verdes son lo “in” en el mundo; sin embargo, los precios de las gasolinas a nivel internacional han subido, y México no puede seguir siendo un país petrolero que siga importando gasolinas. También desde los trabajos de las refinerías se producen diferentes compuestos y derivados de mayor valor en el mercado, productos como diésel, asfalto, queroseno, gas licuado, aceites, combustibles y petroquímicos como etileno y propileno.
La refinería Olmeca está estratégicamente ubicada junto a la Sonda de Campeche (donde se produce el 80 por ciento del crudo nacional). Ésta tendrá el objetivo de distribuir los productos derivados de su refinación para el consumo interno; se cuenta con una capacidad de 340,000 barriles por día (bpd).
Desde junio de 2019, 35 mil hombres y mujeres, mexicanos todos, trabajaron durante 3 años sin que la pandemia detuviera la construcción para poder habilitar dicha refinería. Así también, este esfuerzo permitió la proliferación de 200 mil empleos alrededor para los habitantes de la comunidad; muchos de los empleos indirectos son servicios prestados por la comunidad a los trabajadores de la refinería.
El presidente López Obrador ha dicho que espera llevar la capacidad conjunta de refinación de PEMEX entre 1.8 y 2.0 millones de bpd, contando las seis refinerías actuales en el país, más Olmeca, y la de Deer Park, en Texas, y cesar las exportaciones de crudo para procesar todo lo que se requiere en casa.
Este logro de la Cuarta Transformación debe hacer eco en todos los mexicanos, sus objetivos y dimensiones. Con la finalidad de nunca más permitir que se ceda a los intereses internacionales la producción de petróleo y refinación de gasolinas y sus derivados. La continuidad de la 4ta. Transformación corre en el sentido de garantizar que Petróleos Mexicanos y sus refinerías son y seguirán siendo de los mexicanos.
Sin lugar a dudas, de la talla del General Lázaro Cárdenas el legado de nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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