El politólogo estadounidense Gene Sharp, considerado el padre de la idea de los golpes blandos, señala que la naturaleza de las guerras en el siglo XXI se ha modificado notoriamente mediante la divulgación de mentiras y propaganda a través de medios de comunicación, así igualito a lo que estamos viviendo en nuestro país.
Gene Sharp dice que en un golpe de Estado blando, se emplean armas económicas, sociales, psicológicas y políticas en contra del gobierno para desestabilizarlo, corromper a la sociedad y sobre todo, destruir a toda costa la credibilidad del primer mandatario y sus funcionarios.
El golpe blando contra el presidente López Obrador continúa; los principales actores de este golpe son Claudio X González Guajardo y los “intelectuales” Enrique Krauze y Aguilar Camín; el ex rector de la UNAM José Narro Robles; los medios de comunicación que buscan crear confusión; la alianza PRI, PAN y PRD. En el poder judicial está lo fuerte, hay fuego amigo, hay personajes que no han estado a la altura de la encomienda presidencial; por ejemplo, están los jueces otorgando infinidad de amparos; amparos para el aeropuerto, para la refinería, para el tren maya, para políticos corruptos; en fin, los conservadores de este país insisten en derrocar a un gobierno democrático, un gobierno legítimo, porque los gobiernos que impulsan cambios son espiados, son temidos.
Para desestabilizar un gobierno democrático y obtener el control de los recursos, la economía y la política a favor de los intereses de la élite llevarán a cabo estrategias no convencionales; destruir la escala de valores de la sociedad es el fin máximo del golpe blando.
Estas son las fases golpistas de acuerdo a Sharp:
“Primera: Ablandamiento, se llevan a cabo acciones para generar y promocionar un clima de malestar, como “denuncias de corrupción” y “promoción de intrigas”.
Segunda: Deslegitimación del Gobierno, se procede a desarrollar intensas campañas en defensa de la libertad de prensa y de los derechos humanos acompañadas de acusaciones de totalitarismo contra el gobierno en el poder.
Tercera: Calentamiento de calles, esta fase se centra en la lucha activa, en la promoción de manifestaciones y protestas violentas, usan para sus fines al movimiento feminista y al movimiento ecologista, por nombrar algunos.
Cuarta: Combinación de diversas formas de lucha, en este punto se llevan a cabo operaciones de guerra psicológica y desestabilización del gobierno, creando un clima de “ingobernabilidad”.
Quinta: Fractura institucional, esta es la fase final y tiene por objeto forzar la renuncia del presidente mediante revueltas callejeras para controlar las instituciones, mientras se mantiene la presión en las calles; paralelamente se va preparando el terreno para una intervención militar, mientras se desarrolla una guerra civil prolongada y se logra el aislamiento internacional del país””.
Continuemos atentxs, y unidxs, apoyemos a nuestro presidente para que todas las reformas y las iniciativas que favorecen a todo el país, y sobre todo a los más necesitados, se concreten.
Para no suponer, pregunto; ¿y si existiera la posibilidad de que en algunos de los crímenes que se han dado en estos tres años de mandato en nuestro país, estuvieran metidas las manos de expresidentes, empresarios, mercenarios de la información? ¿Y si las víctimas de estos crímenes son daños colaterales de un golpe blando? ¿Y si, sí?
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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