Ovidio Guzmán López ya es testigo protegido de las autoridades estadounidenses y podría recuperar su libertad entre los 50 y 55 años, reveló Mike Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la DEA, en una entrevista para Excelsior. Su hermano Joaquín Guzmán también se entregará a cambio de beneficios legales.
Ambos colaborarán como testigos clave en el juicio contra Ismael El Mayo Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, razón por la cual la fiscalía en EE.UU. redujo considerablemente los cargos en su contra, eliminando incluso penas que alcanzarían más de un siglo de cárcel. A Joaquín se le retiró la posibilidad de enfrentar la pena de muerte.
Según Vigil, Joaquín Guzmán incluso habría sido quien secuestró y trasladó a El Mayo —su padrino— a Estados Unidos para facilitar su entrega, todo sin apoyo financiero del gobierno estadounidense.

El programa de protección también incluyó el traslado de 17 familiares de Ovidio, algo sin precedentes, según el exagente, lo que demuestra la relevancia de su cooperación.
Una vez cumpla su sentencia, Ovidio recibirá una nueva identidad, documentos oficiales y apoyo económico para rehacer su vida lejos del Cártel de Sinaloa. Mientras tanto, su declaración jurada ya está en manos de los fiscales, y será la base para procesar a Zambada.
Vigil subrayó que este acuerdo se vio amenazado por declaraciones del abogado de Ovidio, Jeffrey Lichtman, quien arremetió contra la Presidenta Claudia Sheinbaum. Por ello, enfrentará una demanda por difamación, agregó.
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