Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco y colaborador cercano de Adán Augusto López, se vinculó al narcotráfico desde 1999, junto a su hermano Humberto. Ambos comenzaron distribuyendo cocaína en bares y discotecas de Villahermosa.
De acuerdo con información de inteligencia federal obtenida por Excelsior, el informe Narcotráfico en Tabasco 1999 señala que el primer contacto de Bermúdez fue con el Cártel del Golfo, a través de Miguel Ángel Bosado Granier, luego asesinado. Con el paso de los años, Hernán, conocido como el “Comandante H”, consolidó una red criminal con fuerte presencia en la región.
Además de sus nexos con el narco, Bermúdez acumuló una trayectoria en corporaciones como la Policía Judicial del DF, la Interpol y la extinta DFS. Tomó cursos sobre drogas en la DEA y en el Instituto Nacional de Ciencias Penales.

La ficha de inteligencia también señala que, mientras dirigía la seguridad pública en Tabasco, se cometieron actos de corrupción dentro de la corporación, incluso con autos robados usados por funcionarios cercanos. Fundó la empresa Impacto Seguridad, proveedora del gobierno estatal, y es señalado como uno de los promotores de una revuelta policial en 1995.
Actualmente prófugo, se le acusa de liderar al grupo criminal “La Barredora” y de usar una empacadora en Mérida para el tráfico de drogas. Su perfil fue rastreado durante décadas por agencias federales por su habilidad para moverse entre la legalidad y el crimen.
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