La Unión Europea busca contener el impacto de los nuevos aranceles anunciados por Donald Trump, que entrarían en vigor el 1 de agosto con un incremento del 30% a productos europeos. Mientras continúa la negociación con Washington, Bruselas se alista con un paquete de represalias que podrían alcanzar hasta 100 mil millones de euros.
El portal MPR21 destacó que entre las opciones sobre la mesa está conformar un frente común con socios estratégicos como Canadá y Japón, también afectados por las medidas proteccionistas. El comisario de Comercio, Maros Sefcovic, advirtió que no dejarán las cosas así: “Debemos prepararnos para cualquier eventualidad, incluidas contramedidas proporcionadas”.

A pesar de la tensión, Ursula von der Leyen apuesta por una salida negociada y descartó represalias inmediatas, mientras países como Alemania —el más expuesto comercialmente— piden prudencia. No obstante, Francia, Dinamarca e Italia presionan para responder con firmeza. “Si quieres la paz, prepárate para la guerra”, advirtió el canciller danés, Lars Lokke Rasmussen.
Bruselas, sin tabúes, endurece el discurso y se prepara para defender sus exportaciones con todo el bloque detrás. La cuenta regresiva hacia el 1 de agosto ya empezó.
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