El presidente Donald Trump y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, se reencontraron este martes durante la presentación de “Alligator Alcatraz”, un centro de detención temporal para migrantes, construido en apenas ocho días en los Everglades y rodeado por caimanes.
El centro, impulsado por el fiscal general de Florida, James Uthmeier, tiene capacidad para albergar a 5 mil personas en espera de ser deportadas. La instalación, financiada con 450 millones de dólares anuales del Programa de Refugios y Servicios de FEMA, busca impedir fugas mediante la inhóspita fauna del entorno.

Trump y DeSantis —distanciados por sus apoyos a distintos aspirantes a la gubernatura estatal— se mostraron unidos en el recorrido, donde el mandatario elogió la rapidez con la que se levantó el centro: “En ocho días, una nueva instalación estaba en funcionamiento”, dijo DeSantis. Trump calificó el trabajo como “un 10”.
“Alligator Alcatraz” será operado por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y representa un endurecimiento de la política migratoria bajo el actual gobierno republicano.
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